Panamá fue el país de América Central que más inversión extranjera directa atrajo en 2014, y uno de los destacados en una América Latina con un resultado general negativo.
Un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe publicado ayer constató que Panamá recibió inversiones extranjeras por $4,719 millones, lo que representa un 1% de aumento sobre los $4,654 millones de inversión del ejercicio previo. En toda América Central la inversión extranjera fue de $10,480 millones, lo que significa que el país atrajo más del 45% de ese capital.
Panamá es además el territorio que más inversión recibe como porcentaje de su producto interno bruto en América Latina, con un 10%. Le siguen Chile (con algo más de un 8%) y Nicaragua (con un 7%). El promedio de América Latina es ligeramente superior al 2%.
La Cepal señala en su reporte que “en general, las economías más pequeñas tienden a recibir una proporción de inversión extranjera directa relativamente mayor, lo que otorga a las empresas transnacionales un papel particularmente importante”.
Una de las operaciones financieras más grandes cerradas el año pasado en el continente fue la adquisición de siete centrales eléctricas en Panamá y Costa Rica. La colombiana Celsia pagó $840 millones a la francesa GDF Suez, en la decimoquinta transacción más cuantiosa del año.
También destaca la Cepal las inversiones en minería y la ampliación del Canal de Panamá como polos de atracción de inversión. En concreto, señala que la inversión en el proyecto Cobre Panamá, adquirido por la canadiense First Quantum Minerals, representará una inversión total de $6,400 millones y empezaría a funcionar en 2018.
En lo que se refiere al Canal, apunta la Cepal que la “ampliación está atrayendo más inversiones en logística... como la construcción de almacenes y centros de distribución por parte del grupo peruano Eske, la compañía hongkonesa Hutchison Whampoa, la empresa alemana Deutsche Post, PSA International de Singapur y el grupo CEVA del Reino Unido”.
La situación en Panamá no concuerda con el resto de la región. En el conjunto de América Latina y el Caribe la inversión extranjera directa fue de 158 mil 803 millones de dólares en 2014, lo que supone una caída de 16.4% en relación al ejercicio anterior. “En 2014 las entradas de inversión se vieron afectadas por la desaceleración económica de la región y los menores precios de los productos básicos de exportación”, explica el organismo, que también prevé una caída para este 2015.
