El candidato presidencial apoyado por el kirchnerismo, Daniel Scioli, el más votado en las primarias argentinas para las elecciones generales de octubre, aseguró hoy, lunes 10 de agosto, que su eventual gobierno hará lo correcto al evitar definirse de centro o de derecha.
"¿Pero qué de centro, qué de derecha?, yo voy a hacer lo correcto", respondió con fastidio al ser consultado sobre su tendencia política, en una conferencia de prensa en Buenos Aires.
Scioli, de 58 años, es visto en Argentina como un moderado capaz de conciliar con el mercado, a pesar de que fue candidato del Frente para la Victoria de Cristina Fernández viuda de Kirchner, una peronista de centroizquierda.
"Si hay algo que caracteriza a nuestro espacio político es la diversidad, cómo nos complementamos, pero coincidiendo en las cuestiones de fondo", dijo.
Scioli explicó la amplitud ideológica del peronismo que cobijó tanto a Néstor Kirchner (2003-2007), de quien fue su vicepresidente, como al expresidente neoliberal Carlos Menem (1989-1999), quien lo convocó a sumarse al partido como diputado en 1997.
"Cuando Néstor Kirchner puso a salvo al país de las consecuencias devastadoras del endeudamiento (...) y pone en marcha un modelo industrialista, esto tiene que ver con las grandes coincidencias, son estas las políticas que nosotros representamos", afirmó el candidato presidencial que es gobernador de la poderosa provincia de Buenos Aires desde 2007.
Escrutadas el 97.84% de las mesas, Scioli, candidato único de la coalición de gobierno, sumaba 38.41% de los votos, seguido por la coalición del alcalde conservador de Buenos Aires, Mauricio Macri (30.07%) y la del diputado Sergio Massa (20.63%), un exjefe de gabinete de Kirchner, ahora opositor.
Estos resultados lo sitúan en un eventual balotaje ya que la ley argentina establece una segunda vuelta cuando ninguno de los candidatos alcanza el 45% más uno de los votos, o 40% con una diferencia mayor a 10 puntos.
Consultado sobre la estrategia que desplegará para conseguir los votos que le faltan para evitar un balotaje inédito en Argentina, Scioli confió en su "capacidad de diálogo". "Tengo mucha confianza y certidumbre en lo que estamos proponiendo y que el pueblo argentino no quiere volver a empezar, no quiere una marcha atrás", alegó.
El político aseguró que no recurrirá "a las viejas recetas" de ajustes y recortes del gasto público, pero no profundizó más en el tema.
Scioli está acompañado en la fórmula oficialista por Carlos Zannini, secretario de Legal y Técnica de la Presidencia y hombre de confianza de Cristina Kirchner. "Zannini tiene experiencia política y un conocimiento profundo del Estado que la gente ha percibido y por eso nos ha dado este respaldo", dijo sobre su compañero de fórmula.
Scioli es respaldado por la coalición gobernante que limitó el acceso a las divisas extranjeras, aplicó gravámenes a las importaciones y tuvo una política antiliberal y estatista.
RECTA FINAL
El analista Daniel Kerner de Eurasia Group, con sede en Washington, afirmó que pese a no conseguir 40% de apoyo el candidato peronista es el favorito para alcanzar la presidencia.
"Los votos que consiguió Scioli... representan su suelo, lo que significa que todavía cuenta con espacio para crecer", señaló en un análisis al que tuvo acceso The Associated Press.
Kerner vaticinó que es probable que una parte de los votos que obtuvo el frente UNA, integrado por peronistas opositores, migren a Scioli en las nacionales.

Según analistas Macri hizo una buena elección pero no tanto como para estar tranquilo. Indicaron que el alcalde saliente de Buenos Aires y expresidente del club de fútbol Boca Juniors deberá hacer lo posible para no perder votos del frente Cambiemos, atraer el apoyo de otras fuerzas opositoras, polarizar el escenario y forzar una segunda vuelta, donde contaría con más posibilidades.
En este escenario Massa, el candidato presidencial de UNA, se convirtió en un árbitro de las nacionales. Macri reconoció a la prensa que tiene "coincidencias" con Massa y que es posible dialogar con él sobre una agenda programática para Argentina, pero recordó que las alianzas electorales ya se cerraron.

Vaticinó además que habrá un balotaje al indicar que al oficialismo le costará superar el 38% de apoyo que obtuvo en las primarias. "Será casi como escalar el Himalaya", sostuvo.
Massa se mostró convencido en tanto de que competirá en un balotaje. "Hay lugar para una tercera vía que no sea una vuelta a (las políticas neoliberales de) los años 90, ni quedarnos como estamos", sostuvo en referencia a sus dos principales contrincantes.
