Para tomar la temperatura rectal -recomendada para niños menores de cinco años- existen termómetros especiales con puntas cortas y redondeadas. ¿Cuál es el procedimiento?
-Primero, limpie la parte redondita del termómetro con alcohol o con agua tibia y jabón. Enjuáguelo bien.
-Asegúrese de que el termómetro no marque más de 97 grados F (36.1 grados C). Si marca más, tómelo por el extremo opuesto de la parte redondita y sacúdalo hasta que quede en los grados requeridos. Mantenga el termómetro sobre un sofá o una cama, y así, si se le resbala, no se quebrará.
-Cubra la punta del termómetro con vaselina.
-Ponga al niño boca abajo.
-De manera sutil, separe los glúteos e inserte el termómetro entre media y una pulgada en el recto. Nunca fuerce el termómetro. Junte los glúteos del niño para impedir que se salga.
-Deje el termómetro entre dos y tres minutos. ¡No deje al niño solo en ningún momento!
-Para leer la temperatura, gire el termómetro lentamente hasta que vea la línea de mercurio. Cada línea larga representa un grado. Las líneas cortas se leen como 0.2 grados.
-Limpie el termómetro con jabón y agua tibia luego de cada uso.
Algunos consejos para tomarle la temperatura al niño:
- No lo deje solo, ni por un momento.
-Los termómetros de vidrio tienen mercurio. Si se rompe, no toque el líquido que se derrama. Límpielo con un papel o trapo y tírelo a la basura de inmediato.
-Nunca limpie el termómetro con agua hirviendo.