En salud los indicadores cuantitativos no son la manera correcta para medir sus resultados. La productividad en el sector salud se basa en el impacto que el servicio genera, no en la cantidad de pacientes que atiende el médico u odontólogo, o por el costo de la atención hospitalaria sin tomar otros aspectos importantes, tales como días de hospitalización según patología, tiempo de recobro y otros.
Explico, a nivel de la consulta externa hay profesionales que atienden a una equis cantidad de pacientes que se mantienen sanos, sus porcentajes de hospitalizaciones son mínimos y tienen pocos casos de recaídas, porque sus tratamientos son eficientes. A ese tipo de profesional se le considera productivo. Pero a los que atienden a pacientes que sufren recaídas, reportan altos niveles de hospitalización, repetición de tratamientos y el uso repetitivo de medicamentos, se les considera profesionales improductivos o poco eficientes. Aquí la productividad es negativa, aunque se tengan mayores indicadores cuantitativos.
A nivel hospitalario los parámetros para medir la productividad están basados en el tiempo de hospitalización, los días de recuperación post quirúrgica, la premura de los diagnósticos exactos, la cantidad de exámenes de laboratorio y rayos equis.
En salud lo primordial, más que la cantidad, es el impacto o resultado que se obtiene con la atención proporcionada.
Como lo he expresado en artículos anteriores, el actual modelo de atención está basado en la consulta espontánea incontrolada, con énfasis en lo curativo, donde el profesional no puede tener control en el paciente. Ese el principal obstáculo para poder medir de manera objetiva la productividad y nos lleva a tener un sistema de salud ineficiente, altamente costoso, donde se mantiene la insatisfacción del paciente y la frustración del médico, sin que se pueda vislumbrar una solución del problema.
Si queremos que los dineros que se destinan al sector salud den el rendimiento y la satisfacción del que recibe la atención, tendremos que cambiar el modelo de atención, como lo he expresado anteriormente.
La propuesta que presentaron los "garantes" de establecer un médico y odontólogo de cabecera es el paso primordial que tenemos que dar, si queremos tener resultados positivos.
También es verdad que se deben resolver una serie de deficiencias administrativas con respecto al sistema de compras y a la formación del recurso humano, entre otras.
Otro aspecto a tomar en cuenta para mejorar la productividad en el sector, es la inversión en docencia para todos los profesionales de salud. Con esto tendremos diagnósticos más precisos, un uso adecuado de los exámenes sofisticados y de los medicamentos, que nos llevaría a reducir los costos, a la vez que mejoramos la eficiencia. Lástima que nuestras autoridades todavía no comprenden lo importante que es invertir en docencia y que esta no sea selectiva.
En resumen, para tener un sistema de salud productivo tenemos que cambiar el modelo de atención actual. Establecer una sola administración para la provisión de salud, hacer ajustes en la parte administrativa señalada e invertir en la docencia para todo el personal, de lo contrario seguiremos poniendo los recursos financieros en un saco roto, porque estaremos gastando en enfermedad y no invirtiendo en salud y llevaremos al sistema de atención de salud al colapso.
Y para que todos lo tengamos claro, lo importante es el modelo de atención.
Estados Unidos tiene un gasto per cápita nacional en salud que duplica al de la Unión Europea y Canadá, pero la satisfacción del usuario de Europa y Canadá es superior.
Mientras el gasto en salud per cápita de Bermudas es nueve veces mayor que el de Uruguay, sus indicadores son muy inferiores al país suramericano. Esto es así, porque en la Unión Europea, Canadá y Uruguay predomina el sistema público sobre el privado, no así en Estados Unidos y Bermudas.
Por todo esto, sería un crimen que no se aplique, de manera inmediata, el cambio de modelo y sistema de salud que propusimos los "garantes" y que la Mesa de Salud ha estado construyendo para tener un sistema público de atención de primer mundo.