El pleno de la Asamblea Nacional aprobó en tercer debate el proyecto de ley 317, que promueve la convivencia sin violencia en los centros educativos de la República de Panamá.
El documento tiene como objetivo establecer los mecanismos para diagnosticar, prevenir, evitar, sancionar y erradicar cualquier forma de maltrato psicológico, verbal o físico producido entre estudiantes de forma reiterada a lo largo de un tiempo determinado, tanto en el aula de clases como a través de las redes sociales.
La norma aprobada, que requiere ahora de la sanción o veto del presidente de la República, Laurentino Cortizo, establece la designación de un especialista en acoso escolar en cada institución educativa de la República de Panamá, encargado de la prevención y el tratamiento de los casos de acoso y de violencia entre los alumnos.
Moisés Attie, miembro del movimiento Ni Uno Más, manifestó que la aprobación de este proyecto es oportuna, ya que el acoso escolar es un problema que cobra vidas y destruye sueños de una gran cantidad de jóvenes.
Añadió que los cambios que recibió el documento son de redacción, para dirigirla más hacia una resolución reparativa de conflicto.
Además, Attie mencionó que se realizaron cambios con el fin de mantener la privacidad en el manejo de datos y que todas las partes del conflicto debe ser parte de la solución, incluyendo padres, testigos y víctimas, victimarios y docentes.
En el Meduca no tienen estadísticas sobre el tema, pero en un informe elaborado en 2016 el Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de la Salud reveló que 2 de cada 10 niños son víctimas de acoso escolar.
Las encuestas para el informe Prevalencia de la depresión y tipos de maltrato en estudiantes de VIII grado, del Instituto Gorgas, fueron aplicadas a 3 mil 619 alumnos de 46 escuelas oficiales del país.
La conclusión fue que el 19.7% de los jóvenes es víctima de bullying. El documento menciona causas multifactoriales, que “son reflejo de los problemas a lo interno de las familias”, lo cual se suma a otros factores, como el consumo de drogas y alcohol, y el maltrato físico o verbal.
