El sector AEC (Arquitectura, Ingeniería y Construcción) atraviesa una de las transformaciones más profundas de su historia, impulsada por la digitalización, la sostenibilidad y la necesidad de construir ciudades e infraestructuras más justas, resilientes e inclusivas. Según el Foro Económico Mundial, esta industria representa aproximadamente el 13% del PIB global, pero enfrenta desafíos críticos de productividad que demandan nuevos enfoques formativos y colaborativos.
En un contexto global donde las fronteras parecen levantar muros, ocurren encuentros capaces de tender puentes. Unlimited Boost Madrid 2025 fue, sin duda, uno de esos espacios transformadores.
Durante una semana inmersiva organizada por Kinedrik —empresa española especializada en formación y consultoría para profesionales de la ingeniería y construcción— Madrid se convirtió en un laboratorio vivo de ideas e innovación. El programa reunió a profesionales de diversas latitudes, creando un espacio multicultural para compartir experiencias, visiones y sueños colectivos.
Participaron ingenieros y arquitectos quienes también son docentes, emprendedores, gestores de proyectos y estudiantes de toda Latinoamérica: Panamá, Colombia, Ecuador, México, Argentina y República Dominicana, junto a colegas europeos. España fue anfitriona de un encuentro que trascendió lo técnico para volverse profundamente humano. Diversos en acentos, pero unidos por una misma misión: transformar nuestras comunidades a través de la ingeniería, apostando por la formación continua y la excelencia técnica como herramientas de cambio social.
Panamá estuvo representada por cuatro voces, entre ellas la mía, símbolos vivos de la identidad híbrida y resiliente que define a nuestra región. Estar allí significó reconocer que no solo representábamos nuestros países, sino a una Latinoamérica que sueña y que trabaja incansablemente por construir un futuro más sostenible.
Nuestra pluralidad de orígenes, formación, experiencia y edades se convirtió en riqueza colectiva: un mosaico humano capaz de generar sinergias y visualizar un futuro distinto.
Los temas abordados fueron tan diversos como urgentes: automatización de procesos BIM (Building Information Modeling, metodología de modelado digital que permite gestionar información de construcción en entornos colaborativos), liderazgo de equipos, neurociencia aplicada a la comunicación y marca empresarial. Sin duda, el protagonista fue la inteligencia artificial. Aunque esta tecnología sigue despertando opiniones divididas, aprendimos a verla no como reemplazo del pensamiento crítico, sino como extensión de nuestra capacidad de análisis y diseño. El evento “Human AI”, realizado en el Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de Madrid —institución profesional fundada en 1803 que agrupa a los ingenieros civiles españoles—, demostró cómo la inteligencia artificial puede potenciar la creatividad, optimizar procesos y permitirnos diseñar infraestructuras más eficientes.
Las sesiones ofrecieron conocimiento aplicable mediante casos reales. La experiencia incluyó inmersión cultural, explorando el flamenco y una ciudad rica en historia, además de visitas técnicas extraordinarias. Conocimos el centro de logística del Metro de Madrid, sistema que transporta a más de dos millones de personas diariamente. Visitamos el Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, clasificado entre los tres más importantes de Europa. Ambas instalaciones ejemplifican cómo la tecnología está redefiniendo la ingeniería contemporánea.
La visita al museo y a la Central Hidroeléctrica de Bolarque —instalación operada por Naturgy, multinacional energética española— junto al icónico acueducto romano de Segovia, declarado, en 1985, Patrimonio de la Humanidad por la Unesco (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) reafirmaron que la ingeniería no es sólo técnica: es también historia, patrimonio y sentido de pertenencia.
Kinedrik logró crear un entorno donde aprender significó experimentar, dialogar y cuestionar. Un modelo educativo disruptivo, práctico e interdisciplinario que debe replicarse en toda la región.
La tecnología está cambiando el mundo, pero somos nosotros quienes decidimos hacia dónde lo llevamos. Creo en una ingeniería que transforma realidades, que es puente entre culturas, generaciones y contextos distintos. Una ingeniería que cuida el agua, planifica ciudades sostenibles e integra tecnología con empatía para ofrecer dignidad a nuestras comunidades.
Unlimited Boost Madrid fue una confirmación: el futuro ya está aquí y será alentador siempre que entendamos una verdad esencial: en el sector AEC, y en la vida misma, juntos somos más fuertes.
La autora es ingeniera civil y miembro de Jóvenes Unidos por la
Educación.

