En nuestras culturas seseantes (en la pronunciación ce y ci y se y si son iguales), es más familiar concientizar que concienciar.
En buena parte de España, sí hay una distinción, por lo que en aquellos pagos se ha adoptado el verbo ´concienciar´. En el continente hispanohablante, la opción preferida es ´concientizar´. Para nosotros, es primera opción.
Para la acción de hacer que alguien sea consciente de algo o adquiera conciencia de algo, es adecuado usar concienciar o concientizar.
Mientras que concienciar es empleado en España (“ellos se concienciaron de la importancia de esa responsabilidad”), concientizar (“ellos se concientizaron de la importancia de esa responsabilidad”) lo es en América.
Ambos, con su correspondiente forma sustantivada, ya sea concienciación o concientización.
Miguel de Unamuno había usado en España esta forma, aunque no como sinónimo de ´concienciar´, sino con el sentido filosófico de hacerse conciencia o espiritualizarse.
“La obra de la caridad, del amor a Dios, es tratar de libertarle de la materia bruta, tratar de espiritualizarlo, concientizarlo, o universalizarlo todo”. (Debemos concientizarnos de que la opción primera en el español americano es concientizar, y no concienciar).
Difuntos.
En la portada de un diario, me encontré con un relato: un occiso que bailó, amó, llevó a los hijos a la escuela e incluso insultó a un desafecto de él. Si alguien que ha muerto violentamente puede llevar a cabo estas tareas, sí hay vida después de la muerte, y, al relator, debería otorgársele el Premio Pulitzer y llevarlo a dictar conferencias a todas partes del mundo.
Uno de los grandes misterios ha quedado al descubierto. La primicia mundial emergió de Panamá. Según un titular, supe que un difunto abaleó (´abalear´ y ´balear´ son verbos válidos) a un adversario. No tengo el placer de odiar a nadie, sin embargo hay personas que me han revelado que les gustaría llevar sus litigios hasta después de la muerte. Se puede, de acuerdo con ese periódico. Que Dios nos pille confesados. Prefiero “pille” a “coja”, no sea que vaya a ofender a alguien.
Canto a la tontería.
Sin embargo, pero, mas. Estas locuciones son adversativas y tienen similar significado. La expresión “mas sin embargo” es cosa de tontos. Introducen la contraposición de una idea o un concepto anterior.
El DRAE (Diccionario de la Real Academia) pone como ejemplo de pero el siguiente: (El dinero hace ricos a los hombres, pero no dichosos). ´Mas´ remite a ´pero´. ´Sin embargo´ es una locución conjuntiva adversativa. (Te vas, sin embargo no te olvidaré).
Acordarse, recordar.
Acordarse y recordar es traer algo a la memoria. Aunque el significado es similar, se usan en forma diferente. Me acordé que debía llamarte. Con el pronombre antes del verbo. Recordé que debía llamarte. Sin el pronombre. Es incorrecto decir ´me recordé´. Lo correcto: me acordé de tus reproches; recordé tus reproches.
Absorber, absolver.
Un airado vocero de un grupo de desempleados, con vehemencia, arremete contra la autoridad de investigación judicial. Su solicitud final es “que se absorba a los implicados, si no hay pruebas”.
Si la autoridad absorbiera (atraer un cuerpo y retener las moléculas de otro en estado líquido o gaseoso) a los acusados, los desaparecería y se ahorraría el largo período de instrucción sumarial.
Lo que puede solicitarse es que los absuelva, que, en derecho, significa: Declarar no culpable a un procesado. Lo correcto: “que se absuelva a los implicados si no hay pruebas”.
La función de comentar está disponible solo para usuarios suscriptores. Lo invitamos a suscribirse y obtener todos los beneficios del Club La Prensa o, si ya es suscriptor, a ingresar.
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión