La Red Clamor en Panamá, integrada por organizaciones eclesiásticas que acompañan a la población migrante, refugiados, desplazados forzosos y víctimas de trata se pronunció respecto a “los giros en las políticas del país en torno al tema migratorio”.
La reacción de la Red Clamor surge luego de que el nuevo gobierno de José Raúl Mulino llevó a cabo el cierre con alambres de púas de tres pasos por la inhóspita selva del Darién, que separa a Panamá de Colombia, y por donde cruzan los migrantes que pretenden llegar hasta Estados Unidos, procedentes de Venezuela y otros países.
El Servicio Nacional de Fronteras (Senafront) informó que bloqueó tres pasos no autorizados utilizados por migrantes irregulares, en las costas pacífica y caribeña.
Además, instaló otro bloqueo de un paso terrestre que da acceso al sector del Hito de Chucurtí, Guna Yala, mediante barreras perimetrales. Las autoridades explicaron que el propósito de bloquear estos tres pasos no autorizados es canalizar la migración irregular a través del paso de Cañas Blancas, que conduce a la comunidad receptora de Bajo Chiquito.
En ese sentido, la Red Clamor, a través de un comunicado de prensa, indicó que “es verdad que esta realidad migratoria afecta el ecosistema. Pero no se puede señalar como causantes del problema a los migrantes y eximir de responsabilidad a quienes lucran impunemente con la tala indiscriminada ante la pasividad de los que deben velar por el medio ambiente”.
Para la Red Clamor, los “esfuerzos que los gobiernos han hecho no han sido suficientes para responder a esta realidad, sobre todo porque están marcados por la visión de la seguridad nacional, y desconocen el elemental derecho a la vida, una vida digna y en abundancia”.
La organización detalló que los pueblos Emberá-Wounaan y Wargandí son los grandes ausentes de los relatos que los medios de comunicación transmiten de forma constante. “No podemos guardar silencio ante el histórico olvido de nuestras comunidades originarias y de los sectores de la periferia a su derecho de ser parte de un país que pareciera ser para unos pocos”.
Comunicado de la Red Clamor Panamá ante los giros en la política nacional en cuanto al tema migratorio. pic.twitter.com/YAb1hlPTMZ
— Panorama Católico (@pacatolico) July 7, 2024
Además, denunció que algunos medios de comunicación han sido generadores de desinformación y, en muchos casos, de rechazo al extranjero (xenofobia) y al pobre (aporofobia).
“Pedimos que no revictimicen a quienes han tenido que salir de sus países en la búsqueda de un sueño que para muchos se transformó en pesadilla”.
Las organizaciones integrantes de la Red Clamor expresaron su deseo de “ser una comunidad de acogida, protección, promoción e integración, sin dejar fuera a nadie, porque no son un descarte; todos cabemos en esta casa común”.
Finalmente, solicitaron al gobierno de Panamá que se abra al diálogo y a la comunidad internacional que vea de forma estructural el tema migratorio que va mucho más allá del drama de Darién, para poder servir de mejor manera y construir juntos otro mundo posible, ese que nosotros llamamos como creyentes: el reino de Dios”.
Por Darién se estima que este año cruzarán más de 800 mil personas de distintas nacionalidades que caminan hacia el norte, dijo recientemente Laura Flores Herrera, directora de la Américas del departamento de Asuntos Políticos de la Organización de las Naciones Unidas, quien participó en el foro Mosaico 2024.