El preparar a esa cada vez mayor cantidad de jóvenes, a los cuales les llega el momento de primero, poder optar por cuál tipo de trabajo o actividad a la que se tendrán que dedicar casi por el resto de sus vidas, a fin de ganarse su sustento de manera satisfactoria, honesta y hasta donde pueda a la vez y que resulte agradable su trabajo, esto último algo sumamente difícil, es tarea que presenta serios obstáculos y problemas.
La Escuela Profesional Isabel Herrera Obaldía, Escuela Profesional en sus comienzos, ha sido pionera en la formación de esos futuros y útiles ciudadanos. Acudimos nuevamente a sus instalaciones, en donde nos acogen y ayudan siempre con decidido entusiasmo que les agradecemos.
Allí y en uno de sus anuarios revisados, encontramos un interesante escrito acerca de la educación comercial en tan prestigiosa institución educativa.
Fue en el año de 1913 cuando todo comenzó, por medio de los cursos de estenografía o taquigrafía, algo ya prácticamente desaparecido, pero que sí era útil, o sea la escritura abreviada. ¿Quién que tenga la edad requerida no recuerda a tanta simpática secretaria hábilmente tomando dictados a gran velocidad?
Se ganaba mucho tiempo con aquello. Cuidado, pues, que hoy cuando tanta gente "no tiene tiempo para nada" vuelve la taquigrafía a ponerse de moda.
Además, esos estudios exigían buena y adecuada escritura, jóvenes de entre 14 y 18 años con buenas condiciones de salud, conducta y conocimientos claramente especificados.
Acordémonos que la Escuela Profesional estuvo clausurada por razones económicas (aun cuando también políticas), desde 1917 hasta 1927 cuando se graduaron los primeros peritos mercantiles en número de 21.
En 1926, el programa fue reformado, así como también en 1938. Más tarde, a esos estudios se incorporó además a los varones. Para 1949, 84 señoritas y 29 muchachos para un total de 113 reciben su grado.
Y continuaban las mejoras y adelantos en todos los sentidos. En 1956, surgen nuevos planes de estudio en esos decisivos afanes, carreras y estudios. Aparecen cinco proyectos después de múltiples reuniones en las cuales, como es natural, siempre surgían profundas diferencias.
Plan A: Especialización en Estenografía en Español
Plan B: Especialización en Contabilidad
Plan C: Especialización en Contabilidad y Estenografía
Plan D: Especialización en Estenografía Bilingüe
Plan E: Estudio Combinado.
Todo lo anterior continuaba aceptando modificaciones de variadas índoles. Las escuelas de comercio, contabilidad y otras materias afines proliferan.
Hasta la universidad participa hoy, y tal como también debe ser en estudios relacionados y cada vez más adecuados, tratándose de colocar a la par en las variadas innovaciones que últimamente se han desarrollado y que continuarán desarrollándose. Y ahora, ¡a ayudarnos con la fotografía! Gracias.
Textos: Harry Castro Stanziola Fotografías: Ricardo López Arias Comentarios: vivir+@prensa.com
