La ampliación de la calzada de Amador, oculta en algunos sectores con láminas de zinc, debe estar terminada en el mes de mayo.
El proyecto a cargo de la compañía chiricana Ininco, licitado bajo la modalidad de llave en mano, registra un avance general de 75%, mientras que para la fase de relleno, en la que se utilizó un millón de metros cúbicos de material, ya está terminada.
La ingeniera Estela de la Guardia, directora de la oficina de Proyectos Especiales del Ministerio de Obras Públicas (MOP), comentó que el proyecto de cuatro kilómetros incluye nueve rotondas y cuatro miradores.
Al igual que la calzada actual, la ampliación contará con una ciclovía de 2.5 metros y un área peatonal con la misma dimensión, con lo que cambia el concepto original de la obra.
El diseño, contratado durante la administración de Ricardo Martinelli, no contemplaba la construcción de la ciclovía del lado de la bahía, pero dado el uso recreativo que se le da, se incluyó la facilidad sin elevar el costo del proyecto. Otro aspecto que se incluyó fueron las mejoras al área que es utilizada para practicar la pesca.
De la Guardia señaló que las rotondas permitirán evacuar con mayor facilidad el flujo vehicular, ya que las personas no tendrán que manejar hasta el final de la vía, como ocurre actualmente, para regresar al centro de la ciudad.
Las rotondas le darán mayor comodidad a los visitantes. En total, la ampliación tendrá más de 110 estacionamientos a lo largo del trayecto. Actualmente, unos 800 vehículos transitan cada hora por la calzada de Amador.
En cuanto a los miradores, que estarán cerca a las zonas de estacionamientos De la Guardia señala que tres estarán ubicados en el sector que da hacia la bahía de Panamá, y uno se construirá en el segmento que tiene vista hacia el Canal de Panamá.
Adicional a las rotondas y miradores, el proyecto incluye la construcción de parques y áreas verdes de 7 mil 500 metros cuadrados. Esta zona se construirá antes de llegar a isla Flamenco, la última de la calzada, y actualmente el MOP está en la fase de aprobación del diseño y paisajismo.
Empresarios del área esperan que los trabajos terminen en la fecha pactada en el contrato, ya que el flujo de personas ha caído debido al movimiento de camiones, al tiempo que la valla de metal a lo largo de la vía bloquea la vista al mar y le resta atractivo turístico a la zona.
Precisamente, el paso de los camiones que transportaban el material para el relleno, le pasó factura a la actual calzada y en algunas zonas la calle se ha hundido.
En el contrato no se incluyó la reparación de calle original, construida en 1913, por lo cual el MOP adelanta los estudios para determinar qué zonas deben ser rehabilitadas.
Por el momento, la institución ha realizado las reparaciones básicas en las zonas más afectadas por el tráfico de los vehículos.
Para el expresidente de la Comisión Vial de la Sociedad Panameña de Ingenieros y Arquitectos (SPIA) Arnulfo Ho, las autoridades debieron prever que el proyecto causaría daños en la rodadura existente para incluir estos trabajos en el contrato actual.
“Es evidente que esta calle, que tiene más de 100 años, no estaba diseñada para soportar el paso de los camiones, simplemente es mala planificación”, acotó.
