La autoridad electoral de Francia alzó el tono el sábado tras el ataque informático contra el candidato centrista a la presidencia, Emmanuel Macron, advirtiendo la víspera de los comicios que cualquiera que difunda los documentos pirateados se expone a sanciones "penales".
Este pirateo informático que sacudió la recta final de la campaña de cara al balotaje del domingo fue denunciado por el equipo del aspirante proeuropeo como un intento de "desestabilización democrática, similar al que se vio durante la campaña presidencial en Estados Unidos".
Los documentos inundaron las redes sociales poco antes de la medianoche del viernes, hora del cierre oficial de la campaña electoral.
Los documentos, entre los cuales figuran correos electrónicos y notas de contabilidad, son todos "legales", pero a estos se añadió "muchos documentos falsos para sembrar dudas y desinformar", advirtió el equipo del aspirante centrista.
La Comisión Nacional de Control de la Campaña Electoral Presidencial (CNCCEP), que se reunió el sábado, pidió a los medios de comunicación y a los "ciudadanos" "ser responsables" y no difundir el contenido de los documentos para "no alterar la integridad de la elección".
"La difusión o la reproducción de estos datos, obtenidos de manera fraudulenta, y a los que probablemente se añadieron informaciones falsas, es susceptible de recibir una tipificación penal por varios motivos y que los autores sean considerados responsables" de ello, señaló en un comunicado.
El centrista Emmanuel Macron, que se somete por primera vez al veredicto de las urnas, encara la segunda vuelta de las presidenciales como claro favorito, con 60% de las intenciones de voto, frente a su rival de extrema derecha, Marine Le Pen. La abstención podría alcanzar 30% del electorado, una cifra muy superior a la de anteriores elecciones presidenciales.

