Al menos 14 soldados turcos murieron y decenas de personas resultaron heridas este sábado en un atentado suicida atribuido al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) contra un autobús que transportaba a militares en la ciudad de Kayseri, en el centro de Turquía.
"Todos los elementos apuntan de momento al PKK", afirmó el viceprimer ministro Numan Kurtulmus en la cadena de televisión NTV y agregó que se plantean "todas las posibilidades, pero de momento los elementos apuntan hacia el PKK".
El ministro del Interior, Suleyman Soylu, anunció que había 55 heridos, seis de ellos graves, en una declaración televisada desde el lugar del ataque.
También añadió que ya se habían identificado a ocho de los fallecidos.
El ejército por su parte precisó que, entre los heridos, había 48 militares.
Los militares -soldados rasos o suboficiales- habían obtenido un día de permiso para salir del cuartel e ir a un mercado, explicó el ejército en un comunicado.
"Los atentados terroristas van dirigidos, además de contra nuestros policías y militares, contra nuestros 79 millones de conciudadanos", afirmó el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, en una declaración escrita enviada a los medios.
