El deceso de los dos menores de dos y ocho años, residentes en Sirai y de uno de 14 años, quien vivía en la comunidad de Cerro Palma se dio la semana pasada en el distrito comarcal de Kankintú, región Ño Kribo.
Santamaría agregó que en los próximos días se pudiera saber los resultados de los análisis hechos para conocer la causa de la muerte del adolescente, ya que estos fueron trasladados al Icges. En este caso se tuvo dificultades porque los padres del menor son seguidores del culto de Mama-Tata, el cual prohíbe que lo vea una autoridad sanitaria.
Según las autoridades de Salud todo indica que la contaminación de las aguas es una secuela de los desbordes de los ríos Cricamola, Manatí y Guariviara, suscitados hace dos semanas en el distrito comarcal de Kankintú, región Ño Kribo, Bocas del Toro.
Entre los síntomas que presentaron las víctimas están fiebres altas, dolor de cabeza y vómitos, patología que coincide con los de la leptopirosis, enfermedad producida por una bacteria, la cual se transmite al tener contacto con la orina de algún animal o con agua que esté contaminada con la misma.
Al lugar se han trasladado más de 50 funcionarios de salud quienes se han organizado en equipos de cinco y se han distribuido en las diferentes comunidades como Mununi 1 Nutuvi , Ñotolente y Odobate.
Los equipos de salud están integrados por médicos, enfermeras, técnicos en enfermería, de saneamiento ambiental, promotores de salud y vectores, quienes harán giras de salud hasta el viernes. Hoy, se llevará a cabo una feria de salud en la cual se dará atención médica y una jornada de vacunación.
La directora regional de Salud de la Comarca manifestó que personal de Saneamiento Ambiental ya está reparando el acueducto de estas comunidades y aclaró que el agua de este no está contaminada.
Santamaría insistió en que los moradores de estos lugares deben hervir el agua para evitar nuevas infecciones.
Orcy White, un vecino de Kankintú, sostuvo que el Minsa debe efectuar una investigación que aclare la muerte de los niños y brindar una ayuda tangible en alimentos y agua a la población. Indicó que la asistencia brindada durante las pasadas inundaciones fue "canalizada políticamente".
“La gente está desesperada, con hambre, dijo, pues las lluvias arrasaron los sembrados, crías de animales y semillas”, aseguró.
