A Enrique Bunbury la paternidad le llegó a los 43 años, y aunque algo tardío, esto se presentó en un momento clave en la vida del roquero español: “Con la cabeza más asentada” y los ánimos de contribuir para hacer de este un mundo mejor.
El nacimiento de su hija Asia Ortiz, en febrero de 2011, le imprimió a Bunbury una actitud más esperanzadora y logró que este recobrara la fe en la niñez y la juventud del mundo.
Hoy el músico se niega rotundamente a pensar que el mal ganó sobre el bien. “Los políticos a los que hemos elegido, llámese Mariano Rajoy (presidente del Gobierno español) o Enrique Peña Nieto (próximo presidente de México) son las marionetas de unos poderes superiores, que son los que realmente nos gobiernan. Mientras creamos que esos fantoches a los que elegimos como presidentes tienen realmente la solución o la posibilidad de mejorar nuestras vidas, seguiremos en una frustración constante, porque eso no pasará”. “Mi fe en la política es nula, mi fe en las personas es infinita”.
