Los rayos cósmicos, partículas de alta energía que bombardean la Tierra, provienen de la explosión de supernovas, estrellas que están culminando sus vidas, confirmó una investigación difundida esta semana.
Los protones constituyen hasta el 90% de los rayos cósmicos que golpean la atmósfera terrestre. Provocan una lluvia constante de partículas que llegan al suelo y crean radiaciones que afectan a los pasajeros de los aviones y sobre todo a los astronautas en el espacio.
Los científicos sostenían dos hipótesis del probable origen de esos protones: la explosión de supernovas en nuestra galaxia o bien poderosos pujos de energía provenientes de los agujeros negros en otras partes del universo.
Desde hace mucho tiempo los astrofísicos favorecían la idea de las recaídas de la explosión de una estrella al final de su vida, pero hasta ahora esta hipótesis no pudo ser demostrada, explicó Stefan Funk, un astrofísico de la universidad de Stanford (California, oeste), uno de los principales autores del estudio.
Los trabajos se presentan en la conferencia anual de la American Society for the Advancement of Science que se reúne en Boston (Massachusetts) del 14 al 18 de febrero, y aparecen asimismo en la revista estadounidense Science del 15 de febrero.