El bebé que era ferozmente atacado por un perro no fue salvado ni por un policía ni por un valiente ciudadano ni por sus padres. A su auxilio acudió un gato, que apareció en la escena de la nada, espontáneo, y en el momento oportuno, cual superhéroe del mundo del cómic. Sucedió hace unas semanas y todo fue grabado por las cámaras de seguridad de aquella área residencial de California, Estados Unidos, y terminó en internet para convertirse rápidamente en el más reciente contenido video “viral” de la World Wide Web.
El Ecce Homo de Borja, la campaña contra el paramilitar africano Kony, el Gangnam Style, el selfie de la actriz Ellen DeGeneres junto a otras celebridades en la pasada noche del premio Oscar, el excéntrico baile Harlem Shake, la fotografía del presidente Barack Obama con su esposa tras ser reelecto en 2012, las andanzas del papa Francisco, la interpretación de Susan Boyle en Britain´s Got Talent, las travesuras de los cantantes Miley Cyrus y Justin Bieber, más una mascota haciendo alguna gracia o un pony bailando el Moonwalk, son algunos de la extensa lista de fenómenos “virales” o “memes” (como también les han dado en llamar) de los recientes años, un rasgo tan distintivo de la era de las redes sociales como el hashtag en Twitter o el “Me gusta” de Facebook.
TENDENCIA
Noticieros como la cadena CNN ofrecen en sus ediciones digitales la lista de los “virales del día” y portales como Theranking.com publican listas de los videos “virales” más vistos en la historia.
Estamos ante lo que se ha convertido en una de las tendencias más marcadas de la comunicación en tiempos de la internet y redes sociales, plantea Delia Rodríguez, redactora jefa de la edición en español del periódico Huffington Post y estudiosa del fenómeno “viral” como lo plasma en su libro Memecracia: Los virales que nos gobiernan (2013).
Tanto, que particulares y empresas (sobre todo las que viven del mercadeo y publicidad) llevan un tiempo enfocando su creatividad en crear mensajes que sean los próximos “virales” de la web, con más o menos éxito, asegura Rodríguez, recientemente de visita en Panamá para ofrecer un taller sobre el tema.
Prácticamente no se puede navegar ni un instante la red sin toparse con algún “meme” del momento, ya sea producto de una idea o algo captado de la realidad.
Los experimentamos cada día, apunta Rodríguez, quien tuvo un puñado de interrogantes antes de estudiar el fenómeno y que compartió en un editorial en el Huffington Post: ¿Cómo se contagian estas ideas? ¿Por qué unas triunfan rápidamente y otras no? ¿Por qué todo el mundo parece estar obsesionado con ello? ¿Qué ha pasado con internet? ¿Qué tiene que decir la ciencia? ¿Quiénes están conspirando en la política, el periodismo, el mundo de la fama y el espectáculo para secuestrar nuestra atención? ¿Qué podemos hacer contra ellos?
Preguntas profundas, algunas con respuesta y otras no. Los trabajadores del marketing son quienes más tiempo han dedicado a resolver los acertijos de los “memes”, aún sin resultados, dice Rodríguez en el Huffington Post.
¿FÓRMULA?
Videos, fotografías, mensajes, noticias sobre música, ídolos juveniles, celebridades, arte, campañas sociales o situaciones cotidianas o extraordinarias integran el material que ha reinado en el gusto de los usuarios del universo online en años recientes.
Entonces, queda demostrado que el objeto “viral” pude ser el resultado de una acción fortuita registrada en video o en una imagen o de una campaña social o publicitaria sesuda o de alguna excentricidad, detallan los especialistas en social media Alejandra Urriola Arias y Ángel Saavedra.
No hay una fórmula precisa, no obstante, hay ciertas características reincidentes en casos populares tan diversos como un video gracioso de un bebé y otro de una botella plástica de Coca Cola haciendo ¡boom! luego de ser mezclada con unos “mentos”.
Para que un contenido se convierta en el nuevo éxito de la red debe ser sencillo, adaptable o que se entienda globalmente, de corta duración y que sea bastante creativo, apuntan Urriola Arias y Saavedra.
Rodríguez también piensa que los “virales” son tan impredecibles como el clima, pero hay pistas; en líneas generales, el material que aspire a convertirse en un “meme” debe ser capaz de generar emociones fuertes como ira, risa, sorpresa o indignación y que hagan pensar en los demás.
FACTOR
Los “virales” no son una novedad, existen desde siempre, acota Urriola Arias.
La diferencia es que antes se difundían solo a través de medios de comunicación social tradicionales y ahora lo hacen mucho más rápido gracias a las redes sociales cibernéticas, complementa Saavedra.
Un ejemplo del patio ocurrió en 2013, cuando la entonces reclusa de la Cárcel de Mujeres Nilka Denis dejó salir de su boca, en medio de una entrevista con el canal de Telemetro, las palabras: “¡Ayúdame Calderón!”.
Sí, se transmitió por televisión, pero las copias que se hicieron en la red social de YouTube y el despliegue que se le dio en Facebook y Twitter fueron determinantes para que unos días después la frase ya fuera célebre, consideran los especialistas en social media.
Entonces, la próxima foto, tuit o video que suba a internet podría, ¿por qué no?, ser el nuevo “meme” que cause sensación entre los usuarios. Hasta ahora los ejemplos demuestran que le puede tocar a cualquiera.

