Cientos de robots hechos por niños de distintos países compiten en Indonesia en carreras de obstáculos y velocidad y otras pruebas de habilidad para determinar qué autómatas pueden salvar al hombre de los desastres naturales.
Los androides afrontan múltiples desafíos bajo el lema “Robots para ayudar a la gente en las catástrofes” en la Olimpiada Internacional de estos artilugios.
Además de la tecnología, lo más llamativo es la juventud de sus creadores, niños que van desde los ocho años a chicos que pasan de los 20, procedentes de Australia, Brunei, Camboya, China, Corea del Sur, Estados Unidos, Filipinas, Indonesia, Japón, Malasia, Nueva Zelanda, Singapur y Tailandia.
El director de la olimpiada, Santoso Gondowidjojo, dijo que el objetivo “es que los participantes disfruten desarrollando conceptos y prototipos que pueden ser útiles al mundo, a la vez que aprenden de las aportaciones del resto de sus compañeros”. “La robótica debe convertirse en parte del currículo de nuestros jóvenes porque, nos guste o no, en el futuro vamos a vivir rodeados de androides”, zanjó Gondowidjojo.
Muchos novatos sucumben a la tensión que produce la atención de los jueces y acaban por cometer cualquier infracción y por tanto quedan descalificados, pero eso no impide que por los pasillos se les vea portando contentos y con orgullo sus ingenios tecnológicos.
“Muchos integrantes en ediciones anteriores de este evento son ahora especialistas en ciencia y tecnología en multitud de países, ellos son ejemplo de que es posible compartir ideas a pesar de provenir de diferentes culturas o hablar diferentes lenguas”, explicó Wahidin Wahad, ingeniero de la Universidad de Indonesia.