El 15 de marzo de 1922, cuando se estrenó Nosferatu en Berlín, el público del cine Primus-Palast contempló asustado una película de terror que vista con los ojos de ahora, 90 años después, resulta hasta cómica.
Las interpretaciones de los actores, la inocencia, la imagen del vampiro con su féretro debajo del brazo y los “efectos especiales” generaron la carcajada de la gente que el viernes llenó el cine Babylon de la capital alemana.
Con motivo del 90 aniversario, Stephan von Bothmer ha recuperado el filme mudo y le agrega en directo la música del piano y la voz de un coro y una soprano. La gira, que comenzó el viernes en Berlín, continuará por varios países del mundo, incluidos Uruguay y Colombia.
