La “Ranita de Darwin”, un minúsculo batracio endémico de Chile y otrora abundante en los bosques nativos del país, está en peligro de extinción en una de sus variedades, que no ha sido avistada desde 1980, mientras que otra ha reducido sus poblaciones.
Así lo reveló una investigación dada a conocer esta semana por la universidad chilena Andrés Bello acerca de esta pequeña rana, cuyo tamaño adulto no supera los tres centímetros y que tradicionalmente ha sido considerada por los científicos un verdadero sensor de los ecosistemas donde habita.
Su drástica disminución y eventual desaparición es una llamada de alerta sobre el futuro de la biodiversidad y de diversas especies originarias, según el doctor Claudio Soto, académico de la Universidad Andrés Bello, que encabezó la investigación.
El estudio se refiere a la ranita de Darwin del norte (Rhinoderma rufum) y a la ranita de Darwin del sur (Rhinoderma darwinii), esta última también con presencia en Argentina y una de cuyas características únicas es que el macho conserva los huevos fecundados en su boca en parte del período de desarrollo de las crías.
La investigación apuntó a establecer la distribución de ambas variedades de este anfibio, determinando la presencia de 35 poblaciones de la ranita de Darwin del sur en Chile y una en Argentina. Se trata, según el doctor Soto, de poblaciones “severamente fragmentadas”, excepto en el sur de la isla de Chiloé, y sus concentraciones son inferiores a 100 individuos, situación que los hace “muy vulnerables a la extinción”.
