Vuelve a la gran pantalla mundial la historia del pequeño y valiente Simba, pero esta vez de la mano del efecto 3D.
El clásico de Disney recibió el 90% del apoyo de los críticos cuando se proyectó originalmente en 1994.
Pertenece a la vieja guardia del cine animado, pues ahora el control de la animación lo tiene la tecnología digital.