Por primera vez Panamá tiene una delegación que representa al país en la Olimpiada Iberoamericana de Química, que empezó ayer sábado en Bolivia.
Ellos son Igor González y Heilly Gálvez (ambos del Instituto Panamericano), Harold Bravo (Instituto Episcopal San Cristóbal) y Frank Ábrego (Colegio Pedro Pablo Sánchez), finalistas de la Olimpiada Nacional de Química de 2012.
Que ellos estén ahora mismo en el país suramericano llevando la bandera panameña no fue sencillo, pues estos jóvenes manifiestan que no han tenido el apoyo suficiente de instituciones como el Ministerio de Educación (Meduca) para este tipo de iniciativas científicas.
De estos cuatro estudiantes, solo a Ábrego el Meduca le comunicó esta semana que le pagaría el pasaje para ir al certamen porque está en una escuela oficial. El día de partida fue el viernes 11. Para esta olimpiada, que finalizará el 19 de este mes, González y Gálvez fueron respaldados económicamente por su colegio, mientras que Bravo consiguió los fondos de su familia.
La Comisión de Extensión de la Escuela de Química de la Universidad de Panamá (UP) brindó la preparación teórica y experimental para competir contra más de 60 estudiantes de 19 países. Todos los jóvenes se han preparado en la UP a lo largo del año, a excepción de Ábrego que tuvo una menor preparación.
El mes pasado, del 22 al 27, González y Bravo viajaron a República Dominicana para competir en la Olimpiada Iberoamericana de Física. Sus colegios les dieron el apoyo para la compra del pasaje. Bravo obtuvo una mención honorífica.
Del 26 al 31 de julio, González, Gálvez, Bravo y Ábrego volaron a El Salvador para representar al país en la Olimpiada Centroamericana y del Caribe de Química.
De estos, Ábrego recibió apoyo económico del Meduca para viajar a la competencia, mientras que los demás asistieron al certamen gracias a un fondo que la Comisión de Extensión de la Escuela de Química de la UP había preparado. González ganó medalla de plata, y Bravo y Gálvez obtuvieron presea de bronce.
Estos estudiantes comentan que los ministerios de Educación de los respectivos países brindan respaldo para este tipo de iniciativas.
Este medio contactó a la Dirección de Relaciones Públicas del Meduca para entrevistar a Gibzka de Vernier, subdirectora de Educación Media Nacional de la institución, pero no se consiguió respuesta.
Cualquier representación de Panamá de cualquier colegio en el territorio nacional (oficial o particular) debe ser apoyada por las autoridades, pues representan a la República de Panamá, indica Nivia Roxana Castrellón, presidenta del Consejo Directivo del Instituto Cultural, presidenta de la Unión Nacional de Centros Educativos Particulares, y vicepresidenta de Unidos por la Educación. “Este apoyo no solamente debe ser de parte de las autoridades, sino del país, pues así como se respalda a concursantes de canto o de belleza, o en eventos deportivos, el desempeño sobresaliente en lo académico merece ser reconocido por todos, incluso por los medios de comunicación”.
LIMITANTES
La Comisión de Extensión de la Escuela de Química de la Universidad de Panamá organiza la Olimpiada Nacional de Química y prepara a los primeros lugares para que representen al istmo en la Olimpiada Centroamericana y del Caribe de Química y la Olimpiada Iberoamericana de Química.
Su presidenta, la profesora Nidia Romero, explica que como para la Olimpiada Centroamericana y del Caribe de Química el Meduca no les brindó el apoyo esperado, para la Olimpiada Iberoamericana de Química decidió no solicitarle respaldo a la institución. Sin embargo, explica que los organizadores del certamen en Bolivia enviaron recientemente una invitación al Meduca de Panamá para que enviara una delegación, y no fue sino hasta esta semana en que el Meduca se comunicó con el colegio Pedro Pablo Sánchez para anunciarle que apoyaría a Ábrego con pasaje y viáticos.
“Nos regocijaríamos más si esa institución, que es la que se supone que debe apoyar todo esto, respaldara a todos los estudiantes”, dice Romero.
La profesora Gitza González de Solís, de la comisión, no considera que sea justa la incertidumbre que viven estos jóvenes porque muchos “se están sacrificando desde enero” entrenando para competencias extranjeras.
En palabras de la profesora Romero, estos jóvenes “son valores académicos. No es por menospreciar al que tira la pelota o al que juega fútbol o al de oratoria, pero las neuronas de estos muchachos están a mil por ciento con todo esto”, ya que sacrifican tiempo con sus familias.
Las preparación es intensa. Todo empieza con la Olimpiada Nacional de Química, en la que se debe hacer un examen que consiste en un entrenamiento en todas las áreas de la química, explica González de Solís.
Un máximo de cuatro estudiantes nacionales ganadores de medallas de oro y plata acuden a la UP en las tardes después del colegio, pero dos meses antes del certamen dejan de acudir a clases regulares para entrenar con la comisión de extensión en la UP, indica la docente.
En la Olimpiada Iberoamericana de Física la situación es similar.
La preparación de los jóvenes está a cargo de la Sociedad Panameña de Física (SPF) –en colaboración con la UP, la Universidad Tecnológica de Panamá (UTP), la Universidad Autónoma de Chiriquí y el Meduca–, que organiza la Olimpiada Nacional de Física.
Para participar en la Olimpiada Iberoamericana de Física hay que ganar la olimpiada local, pasar por un preentrenamiento y hacer una prueba de selección para escoger a los finalistas que representarán a Panamá. Luego se hace el entrenamiento experimental en la UTP, enumera el estudiante Harold Bravo.
El presidente de la SPF, el profesor Ildemán Ábrego, docente en la UTP, comenta que necesitan mayor apoyo. Indica que así como el Meduca hace esfuerzos para apoyar otro tipo de actividades con alianzas con el sector privado, la SPF se podría beneficiar también.
Otra limitante que hay es que los colegios no cuentan con un reglamento para tratar a los estudiantes que deben ausentarse para entrenar y viajar a olimpiadas, por lo que se hacen arreglos para entregar proyectos y hacer exámenes pendientes, dicen los estudiantes Bravo, González y Gálvez.
El principal obstáculo, opina González, es que “no haya un sistema organizado bajo el Meduca” para olimpiadas nacionales y preparar a estudiantes que viajarán al extranjero.
Bravo agrega que el hecho de que no se cuente con un fondo destinado para ello cada año es otra barrera.
El profesor Abdiel Aponte, de la Comisión de Extensión de la Escuela de Química de la UP, afirma que los jóvenes que acuden a olimpiadas científicas internacionales son el futuro tecnológico del país. Pero, “dentro de estos aspectos de competencia no hemos madurado mucho en el sentido de que no se ve como una oportunidad”.
De acuerdo con el profesor Ábrego, cuando estos alumnos salen de las universidades “irán al sector productivo, que es el que se va a beneficiar. De una forma u otra, no hemos sabido capitalizar esa cadena”.
Proyectos modelos
Los estudiantes que actualmente llevan la bandera panameña en la Olimpiada Iberoamericana de Química, que se realiza en Bolivia, comentan que hace falta que en el istmo se cuente con un programa de entrenamiento anual para captar talentos en estudiantes de forma temprana, y no solo en los dos últimos años del colegio.
El profesor Abdiel Aponte, de la Comisión de Extensión de la Escuela de Química de la Universidad de Panamá, señala que algunos países tienen su programa de talento, y algunos empiezan a trabajar con ellos de forma temprana.
En Cuba, por ejemplo, entrenan con ellos desde principios de año en la universidad, indica. “Ellos tienen un programa paralelo y les convalidan sus notas. Aquí, hay temor a eso”.
En países como El Salvador, el nivel de Olimpiadas de química es mucho más alto, porque en ese país se cuenta con el Programa Jóvenes Talentos, un entrenamiento sabatino para todas las ciencias exactas, en el que se preparan a jóvenes desde que están sexto grado, explica el estudiante Harold Bravo.
RELLA ROSENSHAIN
