Ante la negativa de las autoridades de Salud de negociar con representantes de la Asociación Nacional de Enfermeras de Panamá (ANEP), este gremio anunció anoche que prorrogará por 48 horas más el paro de labores iniciado el pasado martes.
“Si tenemos que comer arroz con huevo, lo haremos. Es preferible que pasemos hambre hoy, pero que tengamos mañana un sueldo decente. Señor ministro de Salud, Javier Díaz, si quiere descontarnos la jornada de trabajo, ¡hágalo! Nosotras permaneceremos unidas”, señaló Coralia de Serrano, segunda vicepresidenta de esta asociación.
“Este problema es de dignidad y no solamente de aumento salarial”, aseguró.
A las 10:00 a.m., cerca de 300 agremiadas de la ANEP hicieron un piquete frente a la sede nacional de este gremio, en la avenida Justo Arosemena.
Con una disciplina casi militar, muchas de estas mujeres se negaron a declarar a los medios de comunicación alegando que las únicas autorizadas para ello eran las directivas de la asociación.
Además de pedir un salario base mensual de $1,500, reclaman al Ministerio de Salud (Minsa) y a la Caja de Seguro Social (CSS) mejoras en las condiciones laborales de sus colegas en el interior del país.
“En Darién únicamente trabajan 38 enfermeras. Como son tan poquitas, tienen que estar de turno las 24 horas del día. Si pasa algo y están durmiendo en sus casas, tienen que salir para atender las emergencias”, explicó de Serrano.
Otro de los inconvenientes que tienen estas profesionales es que algunas de ellas deben dormir en los consultorios donde trabajan.
“Antes teníamos dormitorios, pero en muchas provincias los han ido quitando”, agregó.
Dentro de las irregularidades denunciadas por la ANEP también está el incumplimiento del pago de un bono de 40% del salario para las enfermeras que laboran en áreas de difícil acceso.
“Tenemos casos de compañeras que trabajan en Bocas del Toro, Guna Yala y Darién que no están cobrando este bono, porque como su número de cédula corresponde a la provincia donde laboran, las autoridades interpretan que ellas tienen familia en esos lugares y por eso no les pagan el bono. Eso es ilegal”, manifestó de Serrano.
¿Cuántas son?
Cifras de la Contraloría General de la República señalan que a marzo de este año, a lo largo y ancho del país 4 mil 730 enfermeras se encuentran dentro del sistema público de salud.
De esta cantidad, 2 mil 386 lo hacen en instalaciones del Minsa, 2 mil 248 en las de la CSS y otras 96 en otras instalaciones de salud públicas (ver gráfico).
Para tener una idea de la magnitud del paro realizado, basta con saber que de acuerdo con estadísticas publicadas por el Minsa, durante los dos primeros meses de este año las enfermeras atendieron 93 mil 149 consultas, a un promedio de mil 600 diarias.
Dentro de los efectos de la paralización de labores también se debe contabilizar la suspensión de la Semana de la Vacunación de las Américas, cuando se inmunizaría a 250 mil niños en todo el país.
Voceros de la CSS reportaron que en los centros de salud de esta institución solo acudió a trabajar el 30% de las enfermeras, mientras que desde el Minsa confirmaron que los ángeles blancos se presentaron a laborar solo en áreas críticas.
LA ESPERA
Ayer, durante todo el día, el salón de reuniones de la ANEP estuvo colmado.
Cerca de 250 enfermeras ocupaban todas las sillas de este lugar, mientras que otras 100 quedaron fuera del recinto.
Al fondo de la sala, el retrato de las 28 expresidentas de esta asociación fundada en 1925 fueron testigos de varios discursos reinvindicatorios.
“Estamos dispuestas a sentarnos a hablar con el Gobierno, pero no nos han llamado”, ratificó la presidenta del gremio Elidya Espinosa, indicando que la propuesta salarial de $1,500 como salario base presentada por la ANEP es negociable.
En una pantalla gigante instalada en la sala de reuniones de este gremio, las enfermeras vieron cuando el director de la CSS, Guillermo Sáez-Llorens, les ratificó que no podrá pagarles el aumento que solicitan.
Abucheando al funcionario, las enfermeras salieron a la calle con diferentes instrumentos musicales, y megáfono en mano reiteraron sus peticiones.
“Estamos dispuestas a esperar todo lo que haya que esperar. En las primeras 36 horas del paro servimos 500 comidas y preparamos 15 libras de café”, confirmaba ayer María Moreno, una de las mujeres que colaboraba con logística de esta huelga.
Los fondos para estas labores provienen de la cuota de $10 mensuales que cada profesional aporta al gremio de enfermeras.
Para facilitar la logística de la espera, las enfermeras organizaron en la mañana de ayer dos comisiones para que se encarguen de las labores de alimentación y limpieza del grupo que está en la sede de la ANEP.
En turnos, estas profesionales han permanecido en vigilia hasta la 1:00 a.m. en la sede de la ANEP.
En su segundo día de paro nacional, las enfermeras de las provincias se mantuvieron unidas y solidarias con sus colegas de la capital.
La Asociación Nacional de Enfermeras de Panamá logró paralizar el servicio de consulta externa, vacunación y cirugías electivas en centros de salud y 13 hospitales de todo el país. El Ministerio de Salud debió suspender la Semana de Vacunación de las Américas en David, provincia de Chiriquí, al igual que en Penonomé, Coclé, y otras áreas, debido a la ausencia del personal indispensable para inocular a miles de personas de áreas remotas.
No obstante, los reportes de las nueve provincias indican que cada capítulo acordó brindar la atención en los cuartos de urgencia y a pacientes de gravedad. Ayer viajaron delegaciones de David, Penonomé, Colón, Santiago y Azuero a la ciudad para apoyar a las enfermeras de la capital. (Con datos de Vielka Corro, Migdalia Grinard, Flor Bocharel, Pedro Rodríguez, Isabel Castro, Víctor Rodríguez, Zabdy Barría y Edilsa González).
