Con su ternura, Annie, una simpática niña huérfana, conquista el corazón de Oliver Warbucks, un millonario que la aleja de las garras de la señorita Hannigan, la ambiciosa regente del orfanato donde reside la pequeña.
El musical Annie, ganador de siete premios Tony, es dirigido por Edwin Cedeño y está a cargo del Teatro Parroquial San Lucas.
Este clásico contemporáneo se presenta en el Teatro del Colegio San Agustín (Costa del Este), desde hoy, jueves 14, y hasta el sábado 16, a las 8:00 p.m., y el domingo habrá dos funciones: 5:00 p.m. y 8:00 p.m.
“Annie aboga por el amor al prójimo, y que la inocencia y la candidez de un niño puede transformar la vida de una persona. Es una obra hermosa y con un mensaje inspirador. También critica los sistemas de orfanatos públicos y llama la atención sobre la indiferencia social ante la pobreza”, dice Cedeño.
Para la actriz Alexia Funes, quien encarna a Grace Farrel, secretaria de Oliver Warbucks, Annie es una pieza “entretenida, divertida y con valores universales”.
La trama de esta puesta en escena, opina Luis Salas, quien es Warbucks en Annie, pasa más de una vez en la vida real. “Todos deben de ir a ver Annie. Es una obra que tanto adultos como niños van a disfrutar. Tiene un mensaje que le llegará tanto a los adultos como a los niños de positivismo y fe”, opina Beatriz Leignadier, quien alterna el papel de Annie con Sofía Marciaga Herrera.
“Tenemos dos Annies: Beatriz y Sofía. Ambas niñas son maravillosas. Ellas alternan las funciones. Las acompaña un elenco de más de 70 personas, con una orquesta en vivo de 10 músicos dirigidos por Dino Nugent”, explica Alida de Fábrega, productora de este montaje que cuenta con el arreglo musical de Charles Strouse, las canciones de Martin Charnin, y un libreto de Thomas Meehan.
“Hay un grupo de artistas que van de los 7 hasta los 50 años. En adición al personal técnico, que suman unos 30 y el grupo de músicos, más otros profesionales y voluntarios, estamos trabajando con unas 150 personas”, enumera Cedeño.
LOS ESFUERZOS DETRÁS DE UNA OBRA
Para el director Edwin Cedeño, el reto de trabajar con jóvenes generaciones en un montaje como Annie es parte de una responsabilidad de preparar la sangre nueva del teatro nacional.
“No sabemos cuántos de estos jóvenes continuarán desarrollando su talento, pero es bueno que tengan la oportunidad”, señala.
Por eso, Cedeño aprovecha cada minuto para hacer docencia, “no solo a nivel teatral, sino también humano”.
“El teatro desarrolla valores como el trabajo en equipo, la disciplina y la responsabilidad. Hay mucho talento en este grupo y el público quedará gratamente sorprendido”, asegura Cedeño, quien en el pasado llevó a escena Annie con “una versión solo para niñas con la Academia Hebrea en el Teatro Nacional”.
Cedeño recuerda que la parroquia San Lucas inició proyectos comunitarios desde 2004 a través de espectáculos musicales.
“Dirigí varios de ellos, pero se dejaron de hacer. Ahora Alida de Fábrega tomó la batuta y ya llevamos tres años consecutivos con musicales”, plantea Cedeño.
“Annie es un proyecto súper ambicioso, que involucra desde actores profesionales hasta residentes de Costa del Este. Llevamos más de 100 horas de ensayo, estamos todos agotados, pero estamos muy contentos con lo que hemos logrado”, dice, por su lado, la productora Alida de Fábrega.
ORGULLO
Beatriz Leignadier está orgullosa de ser una de las dos Annie, a quien define como “una niña que se sabe defender y que protege a los más débiles”.
“Sé que es una gran responsabilidad. No le quiero fallar al público ni a los directores y productores”, indica Leignadier, quien hizo su debut en el teatro en 2014 con Les Miserables.
Su plan de acción es que todos los lunes hace sus tareas, “así en la semana no tengo que hacer nada o ya sería muy poco, solo las nuevas tareas”.
Lo que sí es complicado para Leignadier es “levantarse temprano para ir a la escuela, ya que terminamos el ensayo a las 10:00 p.m. y termino durmiéndome a las 11:00 p.m. todos los días. Aparte tampoco puedo faltar a mis clases regulares de ballet, piano y canto”.
APOYO
Annie es una producción del Teatro Parroquial San Lucas, “en donde participan personas que pertenecen a esta parroquia por vivir, trabajar o estudiar en Costa del Este”, indica una de sus integrantes, Alexia Funes, quien en el escenario entra en la piel de Grace Farrel.
Para formar parte del cartel de Annie, Funes, madre de dos y que vive en Panamá desde hace tres años, ensayaba de noche, por lo que ese horario no intervenía en las actividades diurnas de esta dama salvadoreña.
“Cuento mucho con el apoyo de mi esposo, que es el que más siente mi ausencia. Está cansado de dormirse tarde y seguir el día a día, pero todo esfuerzo vale la pena”, opina Funes, quien con Annie representa su tercer montaje con el Teatro Parroquial San Lucas, pues participó en José el soñador y Cats.
RESPONSABILIDAD
Mientras que Luis Salas, el Oliver Warbucks en Annie, dice que en este grupo reina “un ambiente diferente y agradable”. Tuvo que cumplir con sus responsabilidades laborales, la universidad y Annie. “Es difícil por el cansancio, el regalo más grande son los aplausos”.

