En la ceremonia de entrega del premio Oscar de 1966, los miembros de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood fueron equitativos con las dos producciones estrenadas en 1965 que eran las favoritas para triunfar aquella noche.
Tanto el musical La novicia rebelde (The Sound of Music), de Robert Wise, como el drama romántico Doctor Zhivago, de David Lean, estaban nominadas en 10 categorías y a cada quien se le otorgó 5 estatuillas doradas por sus méritos.
La historia que ocurre en Austria en 1938, sobre una adorable novicia que pasa a ser la institutriz de los siete hijos de un severo capitán retirado, se quedó con las categorías de mejor película, director, sonido, música adaptada y montaje.
En tanto, el largometraje que narraba los sinsabores de un poeta y médico en la convulsionada revolución bolchevique logró mejor guión adaptado, dirección artística, fotografía, música original y vestuario.
MAGIA ETERNA
Para compartir la alegría de que la versión cinematográfica de La novicia rebelde cumple sus primeros 50 años de existencia, las productoras Juliette Roy y Gina F. de Cochez la presentan en el Teatro En Círculo del 7 al 25 de octubre, bajo la dirección artística y musical de Agustín Clément y José Pepe Casis, respectivamente.
Leonte Bordanea, que interpreta al capitán Von Trapp, opina que el filme es “sin lugar a dudas una pieza imprescindible para los amantes de los musicales”.
Gina F. de Cochez, quien además en este montaje encarna a la institutriz María, señala que la película de Robert Wise es “mágica e irrepetible. Este año le han hecho homenajes alrededor del mundo. Desde la ceremonia del Oscar hasta festivales en Austria. Realmente es un fenómeno y no podíamos dejar de celebrarlo en Panamá. Además, Julie Andrews (es María en la cinta) es una de mis actrices favoritas gracias a esta película”.
Cristina de la Fuente, que hace las veces de la Baronesa Schraeder, opina que este musical de Richard Rodgers y Oscar Hammerstein II con libreto de Howard Lindsay y Russel Crouse tiene como principal protagonista a la música y “el poder curativo que tiene en todos los personajes: en los niños Von Trapp, pero sobre todo en el capitán Von Trapp, quien enviudó y se sumió en un profundo dolor, al punto de prohibir la música en su casa porque le recordaba a su difunta esposa. Es con la llegada de María y sus canciones, que regresó la alegría a la casa y al alma del capitán”.
Con la actriz coincide el director Agustín Clément, quien admite que hay musicales teatrales en los que hay dos o tres canciones y “las otras más o menos. Acá no. Las letras cantan a la vida. Te hacen sentir como un niño, te dan ganas de pararte a marchar en el Do re mi… y el que lo niegue miente, jajaja. La protagonista es tan fresca, tan dulce… todos quisiéramos ser cuidados por una María a cualquier edad. Esas son las claves para que La novicia rebelde los años pasen y siga funcionando”.
VALENTÍA EN MEDIO DEL NAZISMO
Leonte Bordanea encarna al triste y amargado capitán Von Trapp en La novicia rebelde, un musical ambientado en la Austria anexada a Alemania por mandato de Adolfo Hitler.
Esta obra, en su opinión, transmite “valores familiares, tolerancia, de alguna manera hace cuestionar a los pequeños sobre esa oscura etapa que vivió Europa y el mundo. Algunos pequeños en los ensayos nos preguntan sobre el nazismo”.
Al ponerse en los zapatos de la baronesa Schraeder, Cristina de la Fuente siente “lástima por las personas que quedaron atrapadas en una época donde la ocupación nazi era inminente, sin tener idea de los horrores que vendrían después”.
Gina F. de Cochez, quien es la risueña institutriz María, manifiesta que esta obra aboga por “la familia, el amor, la amistad y las segundas oportunidades. Se desarrolla en 1938 durante el poder de los nazis. Este trasfondo político agrega elementos fuertes e importantes a la obra, la valentía de la familia Von Trapp al escapar de Austria, y la de quienes los ayudaron a escapar”.
SU CANCIÓN PREDILECTA
Leonte Bordanea aprovechó unos días y se fue a la comunidad chiricana de Boquete, donde se puso a ensayar para La novicia rebelde y su hijo Dante “se enganchó a Do Re Mi, el tema donde María le enseña música a los niños. La música de esta obra tiene un no sé qué que atrapa la atención de los más pequeños”.
Aunque Bordanea se queda con otra pieza que interpreta el personaje de María, Favorite Things, la que escuchó por primera vez hace 15 años en una sala de cine en la película de Lars von Trier, Dancer in the Dark, cantada y actuada por Björk, “una belleza de tema”.
Cristina de la Fuente comparte parecer con Dante, pues también se inclina por Do, Re, Mi. “No solo porque recuerdo cuánto disfruté cantarla cuando fui María en la versión teatral de 2001, sino porque es muy alegre e involucra a los niños con un juego de palabras que se mezclan con cada nota musical. Es muy divertida e incluso, me gusta cantársela a mis hijos para que ellos participen de la canción”.
La selección es difícil para la productora Gina F. de Cochez porque “todas las canciones son espectaculares. Me gusta mucho Lonely Goathered, ¡es muy divertida! También Favorite Things y Edelweiss. Si tuviera que escoger una es Sound of Music, es preciosa y me da escalofríos cuando la escucho. Me transporta a las montañas que María tanto amaba”
El director Agustín Clément se inclina por Edelweiss, ya que “la flor blanca edelweiss es la flor nacional de Austria. Significa mucho para ellos porque es de invierno, silvestre y pequeña, y que a pesar de las heladas y las crudas condiciones de las montañas, sobrevive. Ese es el espíritu del pueblo austríaco: sobrevivir. Triunfar. Y me emociona. Cantarla a sus coterráneos, invadidos por la Alemania nazi en un festival, es de admirar por el capitán Von Trapp. Es temerario y valiente. Es un himno a no olvidar que son austríacos y no alemanes”.
LA PARTE ESCÉNICA DE UN CLÁSICO
Agustín Clément define la propuesta escénica de La novicia rebelde como “muy fresca. La escenografía no es pesada, no tiene paredes, solo grandes ventanales para poder apreciar los alpes. Es muy funcional”. Se enfocó en el humor que está presenta en la obra. “Quise que la gente salga feliz, además de cantando. Hicimos extensos análisis de personajes con los actores para crear mucha complicidad entre ellos”.
En las coreografías pidió “locuras que se salen de lo convencional. En vestuario me tomé libertades, como cambiar el color del hábito de las monjas, pero en cambio mantuve cosas idénticas a la película como un homenaje, en el caso de los uniformes de los niños”. Adelanta que hay homenajes a los montajes anteriores panameños. Por ejemplo, “el vestido de novia de María es el mismo que usaron todas las María en todos los montajes que se han hecho aquí en Panamá: Gabby Gnazzo, Cristina de la Fuente y Rossetta Bordanea. Fue diseñado por Chale Brannan”.
¿Qué opinión les merece la versión cinematográfica de La novicia rebelde (The Sound of Music)?
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