Con una inversión de capital estadounidense de $250 millones, en la provincia de Chiriquí está prevista la construcción de Puerto Barú, un proyecto llamado a revitalizar la economía de la zona con un modelo de logística verde.
El puerto ha sido concebido como un aliado en la conservación del ecosistema vecino. Cumple a cabalidad con las normas medioambientales locales, la regulación internacional de la Organización Marítima Internacional y estándares de desarrollo ambiental internacionales, entre otras.

Los terrenos de Puerto Barú se encuentran fuera de la zona protegida de manglares de David, según los límites establecidos por Decreto, y no poseen manglar o bosques dentro de sus predios desde hace más de 50 años. Además, por ley, en Panamá no está permitido talar manglar.

El proyecto cuenta con 30 kilómetros de navegación controlada. De ese total, solamente hay que dragar 5 kilómetros, labor que se hará mediante técnicas de bajo impacto y baja frecuencia, con una draga que succiona el material hasta el barco sin afectar la fauna marina.

El canal tendrá velocidades de navegación controladas para minimizar impactos de ruido y generación de oleaje. Se prevé una frecuencia de un barco por día, una actividad mucho menos intensiva que otras zonas de navegación en el país y que por lo tanto no tendrá efectos adversos en las poblaciones de ballenas y delfines.
“Puerto Barú es un proyecto con fondos de Estados Unidos que cumple con los más altos estándares ambientales y de transparencia. Tenemos una política de total transparencia y toda la información está disponible en varias fuentes, entre ellas nuestro sitio web”, dijo Nicolás Posada Chiari, Project Manager de Puerto Barú.

Además de contar con rigurosos controles para mitigar el impacto durante su construcción, el proyecto tendrá un efecto positivo desde el punto de vista medioambiental una vez entre en operación. Se proyecta que generará un ahorro anual neto de 64,000 toneladas de CO2 a nivel nacional, debido a la eficiencia logística que se logrará en el movimiento de carga.

En los próximos meses se espera recibir la aprobación del Estudio de Impacto Ambiental Categoría III, y en el primer trimestre del próximo año se pondría la primera piedra, símbolo del inicio de los trabajos de construcción. Durante el desarrollo del proyecto se prevé la creación de 1,200 puestos de trabajo, mientras que en la fase de operación se generarán alrededor de 1,000 empleos directos.

Además, será un catalizador de crecimiento económico y generador de otras inversiones en la zona por su vocación de servir a tres grandes actividades: logística, agroindustria y turismo sostenible.
Puerto Barú será un enclave que permitirá a los productores y ciudadanos de la región occidental del país recibir insumos y bienes; facilitará la exportación de los productos que se cultivan en Panamá y el sur de Costa Rica; y potenciará el atractivo del Golfo de Chiriquí como destino para mini cruceros y yates.

