mponente y dormido se encuentra el volcán Irazú de Costa Rica, un destino muy apreciado por los apasionados al turismo ecológico y de aventuras, ubicado al noreste de la provincia de Cartago y próximo a la ciudad de San José.
Abrigo, mochila, agua y buena condición física para caminar son elementos indispensables para el ascenso. Llegar a la cima, a 3 mil 432 metros de altura, lo dejará con las manos heladas, el corazón en la boca y lleno de adrenalina.
Las visitas se pueden hacer a toda hora. Si no cuenta con un carro, hay un bus que parte a las 8:00 a.m. desde el centro de la ciudad de San José, rumbo al Parque Nacional Volcán y llega a Cartago a las 9:30 a.m.
Los fines de semana hay transportes especiales para turistas que salen de la misma zona, a las 7:30 a.m. Es aconsejable aprovechar el tiempo y recorrer el lugar lo más que pueda, porque a la 1:00 p.m el bus de turismo regresa a San José.
En la entrada del Parque Nacional Volcán Irazú puede ser recibido por un mapache, una ave exótica o una pequeña ardilla roja, especies que abundan en la zona y recorren la rocas y la flora del lugar en busca de alimento. Incluso, a veces hasta le piden a los visitantes.
“Cerro del temblor y trueno” es el significado de Irazú, nombre que, según historias de los lugareños y de los guardaparques, tuvo su origen en un poblado indígena que existió en las faldas del volcán llamado entonces Iztarú, pero que a través de los años, por la facilidad de pronunciarlo, se cambió a Irazú.
El clima es de montaña, frío y húmedo, con una temperatura mínima de 4°C y una máxima de 13°C, según la hora del día.
Uno de los puntos más sobresalientes para conocer es el cráter principal, de mil 50 metros de diámetro y con una profundidad de 300 metros. Allí se encuentra una impresionante laguna sulfurosa, rica en componentes minerales y de color verdoso, de la que los visitantes deben mantenerse alejados.
Otro punto destacado es el cráter Diego de la Haya, con 690 metros de diámetro y 80 metros de profundidad. Aquí se puede contemplar la vegetación de la zona y caminar por toda la plataforma del volcán.
También está el cráter Playa Hermosa, un playón que alguna vez fue un gran cráter activo y que actualmente se encuentra en un proceso de regeneración natural de la flora. En todos estos puntos hay letreros que advierten al turista que no deben sobrepasar los barrotes de madera que sirven de cerca protectora.
Para comodidad del visitante, en el Parque Nacional también hay una tienda y restaurante donde puede descansar, comprar dulces, chocolates y llevarse un recuerdo del sitio.