Se suele decir que el mejor amigo del hombre es el perro y, en otros casos, el gato. Sin embargo, hay quienes no lo consideran así, y cuando ya el animal no les ‘sirve’ o se cansan de cuidarlo, lo abandonan a su suerte.
Sobrevivir no es fácil para las mascotas abandonadas. Algunos, después de haber vivido en una casa donde recibían alimento diario y al no estar acostumbrados a estar en la calle, mueren atropellados o de hambre.
Recorren avenidas entre conductores que no están pendientes; caminan por el asfalto caliente; se mojan en las lluvias; se encuentran con personas que los maltratan; pasan frío en las noches y días o semanas sin comer; o peor aún, algunos sufren enfermedades graves y agonizan hasta que su cuerpo resista y muera.
Celma Moncada, presidenta de la Fundación Humanitas de Panamá, asegura que hay quienes adoptan animales, pero cuando se enferman, envejecen o se contagian de pulgas y garrapatas, se deshacen de ellos para evitar tener que gastar dinero en llevarlos al veterinario y curarlo.
“Las personas piensan que tener una mascota es para que les cuide la casa y que con darle comida basta. Se olvidan de que ese animal era quien alejaba a los malhechores de su propiedad y simplemente lo tiran afuera, sin pensar en las penurias que pasará el pobre”, dice Bibiana Rodríguez, coordinadora general de la Fundación San Francisco de Asís.
Aunque aún no existe un censo en Panamá, cientos de animales (entre perros y gatos), tanto en la ciudad capital como en el interior del país, son abandonados anualmente en las calles, según informa el Ministerio de Salud (Minsa).
Alfonso De León, jefe del departamento de Zoonosis del Minsa, asegura que este es un problema muy común, sobre todo en las áreas más pobres de la capital.
“Las personas no tienen conciencia de que estos son seres vivos que sienten y sufren igual que un humano. Además, si son abandonados enfermos pueden causar epidemias. Y si se encuentran con otro animal callejero de su misma especie, que no esté esterilizado, se cruzan y nacen más sin control”, dice De León.
El funcionario aclara que aunque muchas personas piensen que los perros sin dueño son los más agresivos, no siempre es así. Según informes del Minsa, el 90% de las mordeduras de animales que son atendidas en hospitales o centros de salud, son causadas por animales caseros, no por los callejeros.
RESPONSABILIDAD
La entidad responsable de recoger y dar albergue a estos animales callejeros es el Municipio, según decreto alcaldicio, afirma Moncada.
Sin embargo, son las fundaciones sin fines de lucro las que los albergan y, en conjunto con la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Panamá y el Minsa, están creando una campaña masiva para esterilizar a los animales callejeros o mascotas de personas de escasos recursos, y así evitar la proliferación de estos animales.

