10:49 a.m. - LOS ÁNGELES, Estados Unidos. (DPA) -Brilló como amante de mafiosos adicta al tabaco, mordió como la vampiresa Morticia Adams, se metió en la piel de excéntricas esposas e incluso tomó la batuta como presidenta de Estados Unidos.
Anjelica Huston, que el 8 de julio cumple 60 años, encarna a la perfecta actriz de Hollywood para mujeres con carácter.Sus 1,78 metros de altura y su artistocrática nariz llaman la atención en esta diva de pelo negro. Al principio odiaba su nariz, confesó una vez.
"Uno se hace adulto y se da cuenta de que quizá no es tan malo no haber nacido como una Barbie", dijo la estrella.De su padre, el cineasta John Huston, heredó el tamaño, y de su madre, una bailarina italoamericana, su exótica belleza.
Huston estaba rodando con Humphrey Bogart y Katharine Hepburn "La reina de África" cuando Anjelica llegó al mundo en la californiana Santa Mónica. La mayor parte de su infancia la pasó en Irlanda e Inglaterra, pero tras el accidente mortal que sufrió su madre regresó a Estados Unidos a los 18 años. Halló trabajó como modelo y en 1969 se puso por primera vez ante la cámara de su padre.Su drama "Paseo por el amor y la muerte" supuso el debut en la gran pantalla de la joven actriz. Quince años más tarde, Huston dio a su hija un papel secundario en la comedia de mafiosos "El honor de los Prizzi", donde deslumbró junto a Jack Nicholson y Kathleen Turner y cuyo papel de amante le valió su hasta ahora único Oscar.
También actuó en la última película de su padre, "Dublineses (Los muertos)" (1987).Ya en 1981 había compartido cartel con Nicholson en el thriller "El cartero siempre llama dos veces". En aquel entonces, mantenían ya una relación en secreto que se prolongó tormentosamente durante 15 años y se rompió definitivamente cuando el actor dejó embarazada a la mejor amiga de su hija Jennifer, la modelo Rebecca Broussard.
En 1992 Huston se casó con el escultor Robert Graham, con quien vivió hasta la muerte de éste, en 2008.La actriz trabajó en dos ocasiones con Woody Allen, para "Delitos y faltas" (1989) y "Misterioso asesinato en Manhattan" (1993). Stephen Frears le puso una peluca rubia y la convirtió en una traidora con dos caras en "The Grifters" y en "La familia Adams" mostró sus dotes de chupasangre como Morticia. En "Deuda de sangre" se convierte en una oscura médica que pone en aprietos a su paciente, Clint Eastwood. Entre otras grandes estrellas y películas.