Para Marc Musquera, quien reside en Barcelona, España, la celebración de Año Nuevo tiene un solo objetivo: “irse a dormir cuando el sol ya ha salido”.
Aunque prefiere celebrar en casa, el español comenta que en su ciudad lo que se acostumbra a hacer para Año Nuevo son “macrofiestas” (públicas o privadas) en salas de baile o discotecas.
Esta costumbre es común en Panamá también, donde además de los fuegos artificiales y petardos se organizan múltiples eventos bailables, con cenas y bebidas.
Musquera agrega que en Barcelona, algunos teatros presentan funciones de determinadas obras para celebrar Año Nuevo. La función se detiene para darle paso a las 12 campanadas del 1 de enero, manifiesta.
Lo típico que se realiza en esa ciudad es “celebrar las 12 campanadas del 1 de enero comiendo 12 uvas, una por campanada”. Una vez se hayan comido se brinda con cava (la competencia catalana del champagne francés), cita.
“Hay un dicho catalán que cita Per nadal, qui res no estrena res no val, que significa literalmente ‘Por Navidad, quien nada estrena nada vale’, lo que implica que para estas fiestas se debe estrenar algo de ropa”, aclara Musquera.
En tanto, Savvas Nikolaos Delis, quien reside en Grecia, explica que existen varios centros turísticos para esquiar abiertos para la fecha.
“Esto es ideal para alguien que desea visitar la montaña con los amigos para pasar las festividades”, dice. “Ahí se vive una atmósfera diferente... no puede faltar un hombre disfrazado de Papá Noel que también carga su equipo para esquiar en la montaña”.
Delis afirma que otra ciudad griega que tiene un ambiente “muy agradable” para recibir el Año Nuevo es Thessaloniki, que es la más grande después de Atenas.
Para las festividades de la temporada se coloca en el centro de la ciudad un barco de madera, que funciona como símbolo navideño, tal como el árbol de Navidad.

