Ante una situación de peligro o al pensar en la muerte, la guerra, enfermedades o lo desconocido, es normal sentir miedo. “Al decir que le tenemos miedo al más allá, a envejecer o a cualquier otra cosa que no nos ha sucedido, realmente le tenemos miedo a lo desconocido y a lo que nos causa incertidumbre”, explica la psicóloga Elisa Bósquez de Mattatall, coordinadora de atención de la Fundación Piero Rafael Martínez De La Hoz.
El miedo es una emoción que responde a una situación real o imaginaria y que puede generar angustia o ansiedad, pero es sano cuando funciona como un mecanismo de protección.
“El miedo anuncia que hay un peligro real o potencial”, expresa Bósquez. “Por ejemplo, por temor a que nuestras casas se incendien, tomamos precauciones como revisar la llave de la estufa”.
La cultura, la educación o el entorno pueden desencadenar en una persona el miedo al fracaso, a hablar en público o a entablar una relación de pareja, miedos que a veces pueden ser irracionales y paralizar al sujeto.
Debe considerarse que los miedos son normales mientras no paralicen a la persona y le impidan desempeñarse adecuadamente en el ámbito social, laboral, interpersonal, espiritual y emocional.
La psicóloga agrega que el pánico o los ataques de pánico son miedos “altamente exacerbados e irracionales”, que requieren de medicamentos y de un tratamiento psicoterapéutico, y concluye que “la persona de éxito no es la que no siente miedo, sino aquella que sabe usarlo a su favor, enfrentándolo”.
Si está interesado en conocer más sobre este tema y aprender a identificar y manejar sus miedos, la Fundación Piero Rafael Martínez de La Hoz realizará la conferencia participativa “Y el amor transformó el miedo” el 19 de octubre. Para mayor información, puede llamar al 227-7498/0718. También puede enviar un correo a mercadeo@duelo.org.

