Treinta y dos cucharas de madera son el lienzo en el que varios artistas nacionales dan su particular visión de cómo ir “alimentando el futuro”, palabras que usaron para dar nombre a la exposición que hasta el 10 de mayo estará abierta en la galería Mateo Sariel.
La idea original la tuvo la panameña Marlene Franco, quien estudia una maestría en Diseño Gráfico en Estados Unidos.
Resulta que “Alimentando el futuro” forma parte de la tesis de esta estudiante sobre la desnutrición en Kankintú, un pequeño poblado Ngäbe Buglé, por lo que sintió que no solo había que mostrar la situación, sino tratar de crear conciencia en la población acerca de los problemas que azotan a la región, destacando la pobreza y la desnutrición.
Franco entró en contacto con el pueblo Ngäbe Buglé en 2009 por medio de Nutre Hogar, que también colabora en la muestra.
Dice que escogió cucharas de madera como punto central de la exposición, por sus características simples y rústicas, que a la vez conectan con la naturaleza y las comunidades indígenas, que viven directamente de lo que ésta les ofrece.
Otra de las razones que llevaron a utilizar este material es que la cuchara es uno de los utensilios con los que se lleva la comida a la boca, y por ello, explica la universitaria, utiliza también el lema “ayúdanos a llenar la cuchara” para referirse, más que a la comida, a la posibilidad de dar esperanza, oportunidades, educación y salud a las personas que más lo necesitan.
A pesar de que el proyecto de la exposición viene desde mediados de 2009, pudo hacerse realidad a principios de este año con el apoyo de Alexandra Arias, de galería Mateo Sariel, recalca Franco.
Arias envió a artistas como Amalia Tapia, Analida Díaz, Miky Fábrega, Alicia Viteri, Ana Elena Garúz, Olga Sinclair o Ignacio Esplá, entre muchos otros, una cuchara de madera lisa, para que de sus mentes saliera cómo crear un mejor Panamá.

