El número de hombres de baja estatura que se quita la vida duplica el de sus pares más altos, según estudio reciente.
El riesgo de suicidio desciende a medida que aumenta la estatura, afirman Patrik Magnusson y su equipo del Instituto Karolinska de Estocolmo, en la edición de julio de la publicación especializada American Journal of Psychiatry. El resumen de la investigación, distribuido por la editorial en la ciudad estadounidense de Chicago, no especifica qué significa en centímetros ser bajo o alto. Los autores estudiaron los datos de 1.3 millón de hombres suecos entre 1950 y 1981, y descubrieron que la tasa de suicidios se reducía un 9% por cada cinco centímetros más de altura.
El equipo de Magnusson enfatizó, sin embargo, que hasta ahora esta relación se estableció solamente entre hombres jóvenes o de mediana edad, no así en mujeres o ancianos. En investigaciones posteriores se intentará dilucidar qué es lo que provoca el incremento de los suicidios entre hombres pequeños. Una de las razones podría ser la discriminación en el ámbito laboral y la vida privada. Otra posibilidad es la de las consecuencias tardías de un peso bajo al nacer, como en el caso de los bebés prematuros, así como un crecimiento por debajo del promedio en los primeros años de vida.
