Los infantes y adolescentes de EU están desarrollando barrigas más grandes que nunca, una mala señal que indica que corren mayor riesgo de sufrir enfermedades cardíacas y diabetes, informaron investigadores estadounidenses.
Los expertos descubrieron que las panzas gordas de los niños y los adolescentes habían aumentado más del 65% desde la década de 1990, directamente proporcional al incremento de la tasa de obesidad.
Pero el aumento de grasa abdominal es más peligroso que el de peso general debido a que, al rodear los órganos internos, esa grasa está más clara y fuertemente relacionada con la enfermedad que el alza de peso corporal general.
Los doctores Chaoyang Li, de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades y Stephen Cook, de la Escuela de Medicina y Odontología de la University of Rochester en Nueva York, junto con otros colegas, examinaron datos de varios sondeos de salud llevados a cabo por el gobierno.
El equipo halló que el 10.5 % de los niños y las niñas tenían en 1999 demasiada grasa abdominal, medida por la circunferencia de la cintura. En el 2004, esta cifra alcanzó el 17.4% en los varones y el 17.8 % en las mujeres, informaron los especialistas en la revista Pediatrics.
