Benny Moré (1919-1963) era tan buen músico como amigo. Así lo describe quien lo conoció de cerca: el pianista Lázaro Valdez, una enciclopedia de datos y anécdotas relacionadas con la música cubana en general, quien ofrecerá hoy viernes, a las 8:00 p.m., el concierto “La Gran Noche de Bohemia y Descarga”, en el Bahía Lounge, con la participación de artistas istmeños y de la isla caribeña.
Valdez, que visita Panamá por segunda vez en menos de un año, recuerda que el Benny era una persona bondadosa, comprometida y laboriosa. Vaya, de esos seres que son inolvidables.
Lo califica de genio, porque aprendió música a la brava, sin escuela formal, y que por eso es uno de los artistas del pentagrama más conocidos de su país y del continente americano.
Era capaz de dirigir con maestría su Orquesta Gigante, que el nombre lo tenía puesto cabalmente, pues estaba integrada por 40 músicos y Valdez llegó a ser su pianista de planta y luego de la muerte del Benny se hizo cargo del colectivo por tres años más.
Tenía 16 años cuando lo recomendó con El Sonero Mayor de Cuba su tío y su padre.
Benny le hizo una prueba al chico, que consiste en ponerle unas partituras al frente de un piano, que sin previo ensayo, tuvo que ejecutarlas. Está demás decir que pasa el examen con creces.

