Un profesor de autoescuela de Nueva York ha demandado por 400 mil dólares al actor británico Sacha Baron Cohen y a los productores de su polémica película Borat, al considerar que se le engañó para que apareciera en la cinta, informó el diario The New York Post en su edición digital.
El ofendido instructor, Michael Psenicska, se suma así a la lista de estadounidenses que se consideran engañados o denigrados por la controvertida película. En ella, el humorista británico se hace pasar por un periodista kazajo que conoce la cultura estadounidense mientras viaja por el país en busca de su amor platónico, la actriz Pamela Anderson.
Psenicska fue contratado como profesor de conducir del ficticio reportero, quien durante la cinta aparece conduciendo junto a su instructor en dirección contraria e incluso parándose para ofrecer a una chica 10 dólares a cambio de un "momento sexy".
Según el diario, al profesor únicamente le dijeron que se trataba de un documental sobre la integración de los extranjeros en EU, y no que era una película que se emitiría en EU, y este firmó un contrato de 500 dólares que le aseguraron que era "estándar".
Esta demanda se suma a otras ya presentadas por varios ciudadanos que se han visto de una u otra manera afectados por la película, producida por la Fox, por 18 millones de dólares, y que se ha convertido en todo un éxito de taquilla.
Entre esos afectados están dos estudiantes que presentaron una demanda contra el filme por sentirse engañados cuando firmaron la autorización para participar en la película. Ambos creían que sus palabras, repletas de apreciaciones racistas y machistas, solo iban a formar parte de un documental que se emitiría en Kazajistán, no en EU.
También una instructora solicitó una investigación sobre los métodos usados por la productora a la hora de conseguir las autorizaciones de los entrevistados por Cohen, ganador de un Globo de Oro por su papel en la película.
El pueblo rumano usado para el rodaje de las supuestas imágenes de Kazajistán instauró en su día una denuncia por valor de 30 millones de dólares contra la productora.
"Los denunciantes pueden decir que fueron engañados para hacer el ridículo en público", aseguraron los abogados de Fox en un escrito cuando empezaron a surgir las denuncias, "pero nunca dicen que fueron forzados a decir los comentarios misóginos y racistas que hacen".

