Con su cinta Habana-Arte nuevo de hacer ruinas, el alemán Florian Borchmeyer ofrece un crítico y profundo retrato de una ciudad en ruinas, metáfora de un sistema político agonizante, que ha despertado el interés del público germano y el destierro voluntario del director de Cuba, su segunda patria.
Esta película, que ya han visto 15 mil espectadores en Alemania y que acaba de salir a la venta en dvd, es "el resultado de 10 años de autocensura", explica a Efe este periodista y cineasta de 33 años, quien durante una década vivió a caballo entre Berlín y La Habana, trabajando como reportero para medios germanos en la isla.
El documental de Borchmeyer iba a ser exhibido en la Muestra de Cine alemán del Festival de Nuevo Cine Latinoamericano que se celebró en Cuba en diciembre del pasado año, pero fue retirado de la programación por supuestas presiones de las autoridades de la isla, acusación de censura que éstas rechazaron con el argumento de que la cinta no pasó el listón mínimo de calidad.
