Si las primeras impresiones son importantes, entonces éste es un caso para los libros de texto: porque la almejita con salsa de ostión y jengibre que fue lo primero en cruzar el umbral de mi gaznate, ese mediodía de sol hermoso y hambre desoladora, enseguida le ganaron puntos a Canoas, una fondita bocatoreña que queda cerca de la esquina de la 12 de Octubre con Avenida La Pulida, o sea, casi diagonal a la Lubyanka, nombre con que cariñosamente designo al edificio sin ventanas (cortesía de amargas experiencias durante la narcodictadura) que alberga a este rotativo.
No es necesario mirar el menú para percatarse de la popularidad del sitio entre los oficinistas del barrio: es casi imposible encontrar una mesa al mediodía, ya que además de encontrarse en una zona de desolación gastronómica, cuenta con una página entera de menús ejecutivos para los mediodías de martes a viernes, con especialidades del mar, y concesiones a tierra firme, por precios módicos (entre 3 y 4 balboas que incluyen arroz con coco o blanco, ensalada, tajada y el postre del día).
A las almejitas las siguió un plato de deditos de corvina, con salsa tártara, recién salidos de la freidora, absolutamente deliciosos. Pasamos por alto los seviches y pedimos en vez un pescado en escabeche. Un trozo grande de pescado, ligeramente rebosado y frito, con un aliño de cebollas, mostaza y vinagre.
Entre los platos fuertes, elegimos una orden de Pulpo Canoas, tiernísimo con una salsa de coco muy rica, cremosa; la cambombia al curry estuvo bien, pero le faltó "algo", probablemente un poco de sal, y tuvo buen punto de picante. Suficiente para darle dimensión al plato, pero no para cercenarte el paladar; el calamar vino con la misma salsa de las almejitas, aunque no estuvo tan sabroso como éstas. El arroz con coco también trajo almejas, lo que fue un faux pas para uno de los RdT que pidió pollo por ser alérgico al marisco. Esas cosas son peligrosas. En cuanto al pollo al vino de marras, fue una pechuga al grill con una salsa más bien avinagrada que avinada, OK pero nada extraordinario. Un filete a la pimienta trajo una salsa cremosa, sabrosa y definitivamente pimentosa, pero el RdT correspondiente indicó que el filete no era, digamos, US Prime ni mucho menos. Pero, qué esperar por el precio. Se pueden pedir patacones y yuca al mojo (estupenda con un toquecito de culantro), y los platos todos traían tajadas y ensalada de lechuga y tomate, y un trocito de pan de guineo, como para endulzar el final. Tienen vinos, pero nos fuimos en vez por unos shandy, cerveza mezclada con soda blanca (Ginger Ale en este caso), bebida refrescante que suelen consumir los golfistas en el hoyo 19, perfecta para amainar el calor de un mediodía, sin inducir un estopor alcohólico en la tarde. De postre pedimos un dulce de melocotón: bizcocho, mousse y trozos de fruta enlatada, normalito, y un flan de la casa que estuvo muy sabroso. La única queja de los comensales fue que las porciones son más generosas en cuanto a guarnición que a la ración del plato fuerte, que no es muy grande. Al aire libre con un pequeño salón con aire acondicionado. Dixit.
FICHA TÉCNICA
CALIFICACIÓN: * 1/2
PRESUPUESTO: $
DIRECCIÓN: Ave. La Pulida, H. Pintado, frente al Banco Continental
HORARIO: De martes a domingo, desde las 11:30 a.m. hasta las 11:00 p.m.
TELÉFONO: 261-6081
ACCESO A DISCAPACITADOS: Escalón
ACEPTAN: Visa, Master Card, American Express (no Clave)
RECOMENDAMOS: Almejas en su concha ($ 3.00), deditos de pescado ($ 4.00), pulpo al coco ($ 8.95)
BUENA RELACIÓN COSTO CALIDAD: Almuerzos ejecutivos ($2.95 a 3.95)
FUMAR: Sí
