FAMOSO.En Inglaterra, cuna de razas caninas populares, nacía el Bull Terrier cerca de 1850, bajo la mirada de James Hinks, que cruzando viejos terriers con bulls, llegó a crear este gladiador blanco de gran fortaleza y tipología distinta a lo existente hasta ese momento.
La técnica de combate del Bull Terrier se basaba en la velocidad de acción y su piel adherida al cuerpo, imposible de morder para sus contrincantes.
El atractivo de su cabeza en forma de huevo es una de sus principales características. No deberá tener ningún tipo de hendiduras, formando una curvatura continua hacia la nariz. Su cuerpo debe dar la impresión del mayor poder en el menor tamaño. Su color puede ser blanco entero con marcas solo en la cara, o de colores varios con o sin collar blanco. Sus tamaños son el estándar y el miniatura, variando solo en que el último debe medir por debajo de las 14 pulgadas. Terco, pero amigable, difícilmente generará una agresión, pero responderá con firmeza si es incitado a la pelea.

