Cuando una persona molesta a otra con sobrenombres y se ríe constantemente de los defectos y fallas de los demás, en realidad está buscando una forma de adaptación social para sí mismo, explica Isaías Madrid, doctor en psicología clínica. “Las burlas hacia otros constituyen un estilo de vida reforzado por la sociedad”, enfatiza.
Por su parte, el psicólogo clínico Rodolfo Justine considera que los individuos que se muestran fuertes y se ríen constantemente de otros, utilizan la burla como un “mecanismo para manejar la ansiedad, la frustración y los sentimientos de inferioridad”.
Afirma que lo usan porque resulta “fácil atacar primero, que ser atacado, y la burla, en un contexto social primitivo, opera en el ámbito de supervivencia”. Quien se burla pretende ser visto como alguien cool.
Hay sujetos que aparentan estar de buen humor y tienden a reírse de otros, pero lo que en verdad hacen es “ponerse una especie de máscara para no revelar sus emociones y sentimientos”, señala Olivia Sandoval, doctora en psicología clínica. Agrega que estos tienen baja autoestima, complejos e inseguridad.
Madrid indica que aquellos que se mofan de otros con sobrenombres desagradables para burlarse de sus limitaciones “no necesariamente están perturbados o trastornados, sino que han descubierto una forma de adaptarse a la vida, de socializar, sentirse aceptado por los demás”.
Justine enfatiza que lo malo de los mecanismos de defensa como este es que cuando se usan con frecuencia se suelen “transformar en situaciones o alteraciones de personalidad en la que se queda atrapado, sin la habilidad de producir respuestas nuevas ante las situaciones”.
Los expertos coinciden en que quienes se burlan constantemente están usando una especie de coraza protectora. A veces, a las personas les cuesta mostrar su “verdadero yo”, y la única forma de solucionar este problema es que ellos mismos lo reconozcan.
