Las gruesas murallas del castillo de Dover, en el sureste de Inglaterra, se han convertido en un gigante lienzo virtual donde, en la oscuridad, los visitantes pueden pintar como si fuera la pantalla de un ordenador.
Las imágenes se proyectan de forma simultánea sobre los gruesos muros de 31 metros de alto del castillo, y se pueden ver desde el otro lado del Canal de la Mancha, en el puerto francés de Calais.
El lienzo virtual forma parte de las iniciativas previstas para la reapertura, que se realizó ayer, de la gran torre de este castillo del siglo XII. Con ello se pretende recuperar el espíritu con el que fue construido, dijo el director del proyecto, Edward Impey. “Enrique II realizó una audaz declaración cuando construyó la gran torre. Estoy seguro de que su inauguración habría sido como esta, si hubiera tenido la tecnología necesaria”, dijo.
