Casi un centenar de tiburones zorro, en peligro de extinción, han sido cazados ilegalmente en los últimos tres meses en la provincia filipina de Batangas, denunciaron a Efe los residentes locales y la comunidad de submarinistas.
El domingo pasado ocho de estos escualos fueron capturados y su carne y extremidades fueron transportadas hasta Lucena y Manila para ser vendidas probablemente a restaurantes chinos en Hong Kong y Taiwan.
El tiburón zorro o zorro marino puede llegar a medir hasta seis metros de largo desde la punta del hocico hasta el extremo de su aleta caudal. Su característica distintiva es su larga cola, que suele medir lo mismo que el resto del cuerpo.
Su captura está prohibida en estas aguas, pero algunos pescadores siguen cazándolos para cortarles la cola, ingrediente de la sopa de aleta de tiburón, una exquisitez culinaria para los chinos. Esta costumbre de desmembrarlos y devolverlos al mar ha llevado a una drástica reducción de sus poblaciones.
