Si le pregunta al músico colombiano Ricardo Cobo qué tiene la guitarra que no la abandona nunca, le responderá como razón que “tiene color, complejidad tímbrica y una conexión profunda con el ser emotivo”.
Desde niño, la guitarra clásica significó para este oriundo de Cali “una voz única en su capacidad de expresar lo inefable del espíritu”.
Para Cobo, que esta noche dará un concierto en el Teatro Nacional como cierre del Octavo Encuentro Internacional de Guitarra, lamúsica “es elixir de vida, poesía, esperanza y salvación personal.
La capacidad de la música para cambiar el corazón de cada soñante es infinita”.
El que se ha presentado en ciudades como Washington, Los Ángeles, Nueva York, Montreal y Madrid interpretará hoy, martes, piezas de Ignacio El Indio Figueredo, Napoleón Coste, Dilermando Reis, Máximo Diego Pujol, Leo Brouwer y Astor Piazzolla.
Ricardo Cobo, el primer latinoamericano en obtener la medalla de oro en el concurso mundial que organiza la Guitar Foundation of America, considera un “privilegio compartir mi arte con los demás en los recitales y el deseo profundo de comunicarme emocionalmente con el oyente”.
A los jóvenes que recién se enamoran de la guitarra, una pasión que asegura Cobo no se quita con ninguna medicina conocida, “tienes que amar tu oficio y tener un gran sentido del humor.
La música requiere que la toques y la escuches todos los días. La música es energía viva que puede expresar la inmensidad del ser humano”.
