En primer lugar, confieso que hasta hace un par de días no tenía mucha idea de cuál es la diferencia entre la diabetes tipo 1 y tipo 2.
Comencemos por el principio: la diabetes es una enfermedad muy grave, que afecta la capacidad del cuerpo para convertir los alimentos en energía. Parte de lo que ingerimos se convierte en un azúcar, llamada glucosa, que nuestra sangre transporta por todo el cuerpo. Cuando el cuerpo no puede producir suficiente insulina, la glucosa se va acumulando en la sangre, y se desborda por la orina. Esto puede hacerle daño a tus ojos, riñones, nervios, corazón y sistema sanguíneo.
La insulina la generan las células beta del páncreas, y cuando se come, el páncreas libera insulina al torrente sanguíneo para nivelar el nivel de glucosa. Si las células beta mueren, se deja de generar la insulina. Esto es lo que le sucede a la gente que tiene diabetes tipo 1 y que depende de inyecciones de insulina para vivir.
Las personas con diabetes tipo 2, en cambio, no necesariamente tienen que inyectarse insulina para vivir. Este tipo de diabetes se aparece lentamente.
(Vea Come vegetales para vivir más)
