Tener una culebra, un tigrillo o un dragón puede sonarle divertido, pero no es cosa fácil. Hay consecuencias al tener estos animales que muchos dueños de mascotas desconocen.
Antes de decidirse a adquirir un animal exótico, debe realizar una extensa investigación que cubra todos los aspectos del animal, recomienda Miguel González, veterinario de la clínica K-Nino.
"Usted tiene que averiguarlo todo: el hábitat, los cuidados, lo que comen, las enfermedades que pueden producir. Es importante considerar que muchos de estos animales provienen de regiones lejanas, con otro clima... Solo si es capaz de reproducir las condiciones que necesita y proveerle del espacio vital que requiere, debe considerar mantener una en su hogar", asevera.
Añade que por la naturaleza de estos animales, hay que saber también cómo protegerse de su mascota en caso de emergencia.
Estrés
González opina que es un error mantener a un animal exótico fuera de su ambiente natural.
"Esto le causa mucho estrés y éste, más su naturaleza, causa un cambio de conducta y los vuelve agresivos".
Nadje Segundo, veterinaria, dice que hay especies que son particularmente nerviosas. "Las ardillas, pericos, loros y monos mueren a causa de estrés" en cautiverio, aseguró.
Segundo no piensa que es buena idea convertir animales de otras latitudes en mascotas, ya que se afecta su sistema de reproducción y hasta el ecosistema.
González también piensa que no es buena idea "capturar" a ciertos animales. "Es criminal tener un animal enjaulado. Hay personas que tienen aves que ni siquiera pueden abrir las alas".
¿Peligro?
Sí existe peligro en tener como mascota a ciertas especies.
Por ejemplo, culebras. Algunas son venenosas; otras pueden matar por estrangulación: un niño es presa fácil para una boa. Y en Panamá se han dado casos como estos, como el de una serpiente pitón que mató a su dueño, cuenta González.
Otras mascotas populares son los dragones. Lo que muchos no saben es que la saliva de los dragones de gila y de comodo — los más comunes— es altamente tóxica y puede causar la muerte.
¿Ilegal?
Otro aspecto a tener en cuenta es que algunas mascotas son adquiridas mediante tráfico ilegal, una industria que mueve miles de millones de dólares anualmente.
Una fuente de la ANAM confirmó que los animales exóticos más buscados —y por ende más traficados— son los felinos y las aves llamativas. En 1995 se creó en Panamá la Ley de Vida Silvestre que regula la compra, venta y tenencia de animales prohibidos.
Entre los animales en peligro de extinción en Panamá están la boa, la iguana, varias especies de guacamaya, el quetzal, los tigres, tigrillos y monos tití, cariblanco y aullador.
