De la mano de un "canelazo"(bebida típica ecuatoriana compuesta de raspadura, canela, jugo de caña y licor), se disfruta mejor el recorrido nocturno por el Centro Histórico de Quito.
En un área de 320 hectáreas de "museo" al aire libre se agrupan 40 iglesias y capillas, 16 conventos y monasterios, 17 plazas, plazoletas y atrios; 12 museos, 12 salas capitulares, residencias centenarias y decenas de leyendas.
Por estas 320 hectáreas de razones, Quito fue la primera ciudad del mundo declarada por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad en 1978.
Canelazos calentando y la noche enfriando, el recorrido por el Centro Histórico ecuatoriano hace una escala obligada en la Iglesia la Compañía de Jesús, apostada a tan solo unos metros de la Plaza de la Independencia.
"No tomen fotos, no ‘flashes’, no hablen en voz alta y no se despeguen del grupo" repitió la guía, mientras se hacía imposible para los visitantes dejar de mirar todo el interior del templo bañado en oro.
Oro de "pies a cabeza"; oro desde la puerta hasta la bóveda, labrada con figuras en alto relieve recubiertas adivinen con qué: ¡con más oro!
Recientemente restaurada, esta edificación fue levantada en dos tiempos, entre los siglos XVII y XVIII y en ella reposan los restos de sor Juana de Jesús, quien aseguraba poder dialogar con Cristo.
Era imposible, los visitantes siempre se las ingeniaban para tomar fotografías al templo considerado como el prototipo barroco más importante de la colonia española en América mientras la guardia/guía municipal hablaba.
Dato curioso de la Compañía: solamente durante el solsticio de verano (21 de junio) los rayos solares entran por las ventanas de la iglesia e iluminan el altar dorado.
En las paredes de la iglesia hay obras "intimidantes" en las que se representan el infierno y el castigo que reciben los pecadores. Todo esto, según la guía, lo ponían los religiosos para asustar a los fieles y así lograr que se "comportaran". "Esto es lo que les pasa a los que toman fotos sin permiso en esta iglesia", concluyó.

