7:32 a.m. - BERLÍN, Alemania. (DPA). -El último en adaptar un relato de Julio Cortázar al cine fue el argentino Diego Sabanés para su ópera prima, Mentiras piadosas, película estrenada el año pasado y basada en La salud de los enfermos.
Pero el fascinante y ambiguo universo cortazariano sedujo desde los años 60 a numerosos directores, entre ellos leyendas como Michelangelo Antonioni y Jean Luc Godard, y al argentino Manuel Antín, el mayor adaptador del escritor a la pantalla grande. Y el primero.
Algunas de las películas inspiradas en textos de Cortázar se convirtieron en verdaderos clásicos del cine. Blow Up (1966), de Antonioni, es seguramente el mejor ejemplo de ello.
El argentino Antín, a punto de cumplir los 83 años, es en tanto el más experimentado adaptador de Cortázar e incluso trabajó para ello codo a codo con el escritor.
En 1961 filmó La cifra impar, protagonizada por Lautaro Murúa y basada en el cuento Cartas de mamá, del libro Las armas secretas. La película altera la narración cronológica y espacial al estilo nouvelle vague y a imitación de la estructura tan propia del mismo Cortázar.
Al escritor le gustó la adaptación y autorizó que Antín hiciera otras. En 1963, el director realizó Circe, sobre un cuento del libro Bestiario, con Graciela Borges y Sergio Renán en los protagónicos y el mismo Cortázar como dialoguista.
