Variedad de controversias ha causado la vacunación contra el Virus del Papiloma Humano (VPH). Unos la ven como una aprobación implícita para las relaciones sexuales desmedidas, y en algunos estados de EU se evitó su uso por presión de grupos religiosos.
También se ha conocido de casos con efectos secundarios en España, por ejemplo convulsiones. “Probablemente lo más controversial es su alto costo y el tiempo que hay que esperar para ver sus resultados”, dijo el doctor Jorge Lasso de la Vega, ginecólogo oncólogo.
Desde 2008, en Panamá se cuenta con las vacunas Gardasil y Cervarix. Ambas previenen la infección por los tipos 16 y 18, relacionados con más del 70% de los cánceres de cuello uterino según estudios mundiales. Gardasil además protege contra los tipos 6 y 11, relacionados con el condiloma acuminado o verruga genital que no produce cáncer, pero sí otras afecciones. Se requieren tres dosis con un costo total de entre 500 y 600 dólares. Ya en la práctica privada pediatras y ginecólogos la aplican.
El Ministerio de Salud hizo una compra de la vacuna para aplicarla a niñas de 9 a 11 años de edad, fueron consultados sobre sus progresos, pero no dieron respuesta.
