Un mal cuidado de las garras del perro puede llevarlo a sufrir dificultad para caminar. Es necesario recortarlas con regularidad, lo cual debe ser realizado por su veterinario, con cuidado y con el equipo adecuado. No se debe pensar en cortar la garra, sino en desafilar la punta. Muchas lesiones se presentan cuando el dueño corta demasiado cerca de la carne, produciendo sangrado, y dolor.
Si el perro se rompe una uña y está sangrando, se debe lavar la zona muy bien y aplicar un ungüento antibacterial, y realizar curaciones periódicas hasta que sane, evitando así una infección.
Hay que tener presente los espolones que tienen los perros en la parte interior de las patas delanteras, traseras, o ambas, ya que como no sufren desgaste, pueden llegar a crecer demasiado o atorarse, pudiendo presentarse una lesión seria. Hay que recortar las uñas de los espolones también.
Si la uña llega a enterrarse en la carnosidad o es arrancada, es posible que sea necesario recurrir a la cirugía. Si ocurre un sangrado que no se detiene en 10 minutos, envuelva el área con una venda de gasa y recurra al veterinario.

