Me da mucha pena tener que comenzar este escrito con una queja, basada, ténganlo por seguro, en la realidad, ya que traté en varias oficinas oficiales de que me informaran en cuánto se calculaba aproximadamente la población de la ciudad de David. Como no pude obtener este dato, lo intenté acá en Panamá, pero las llamadas de larga distancia, que fueron bastantes, la cifra precisa de su costo ya la tengo en mi poder, al igual que el total de la población. Lo que también pude conseguir, ¡olé! fueron los antiguos nombres de las calles principales de esa ilustre capital, para ver si correspondían a los que aparecen en nuestras fotografías de hoy. Veamos: serían ¿Calle 4ª o 3 de Noviembre, Domingo Díaz, José Domingo de Obaldía, de la Trinidad o Calle 5ª actual? Esperemos la opinión de un experto en esas lides y gracias por anticipado por su posible colaboración.
Lo que sí encontramos gratificante es que en el Libro Historia de la ciudad de David, de Alberto Osorio, Gonzalo Salazar y Arnoldo Díaz Wong, podemos leer datos debidamente confirmados acerca de la fundación de esa capital.
Parece, para comenzar, que dudas no pueden caber que fue el portugués Juan López de Sequeira, gobernador de la antigua y extensa provincia de Veragua (así sin S) –la actual Chiriquí– el fundador en el año de 1602 de David y entre los meses de julio a octubre, parece que no hay más datos precisos acerca del día.
Fue dicha fundación en los terrenos de una finca que se llamaba San José en donde existía una pequeña iglesia o ermita llamada también así y a una distancia de varias leguas de San Lorenzo. La ermita estuvo en pie hasta el año de 1837 cuando en el mismo sitio se construyó la iglesia de San José.
Fue por un decreto de 26 de mayo de 1849 cuando fue creada la provincia de Chiriquí, que originalmente estuvo conformada por dos cantones, el de Santiago y el de Chiriquí. Este decreto fue firmado por el presidente del Senado colombiano de esos tiempos José Ignacio de Márquez.
Volviendo a años atrás, debido a variadas acusaciones, Juan López de Sequeira fue sometido a un juicio acusado de ataques a los indígenas locales, utilizar su cargo para beneficiarse personalmente, persecuciones a otros ciudadanos locales y otros delitos más.
Por cierto, que esta situación llegó a tal punto que ahora a Sequeira se le conocía como "el portugués", término en ese caso despectivo.
Independientemente de todo lo anterior, hay que leerse el libro citado porque tiene muchos otros datos de gran interés. Uno de ellos sobre qué implicaciones pudo haber tenido el hecho de que Sequeira fuera de origen judío en la fundación y nombre de la ciudad de David.
El amigo Mario Molina tiene también otra obra más que interesante acerca de la historia de esa capital, que hoy aun cuando en forma algo no muy ordenada nos ha llenado de alegría poder por lo menos citarla. Que los verdaderos conocedores nos sigan proporcionando muchos datos más.
Textos: Harry Castro Stanziola Fotografías: Colección Ricardo López Arias Comentarios: vivir+@prensa.com







