El diamante Blaue Wittelsbacher, que perteneció a la infanta Margarita Teresa de España (1651-1673), batió ayer un récord en Londres al subastarse en 24.8 millones de dólares, una suma que superó las grandes estimaciones de la vigilia.
Se trata de una piedra preciosa de 35.56 quilates y, posiblemente, el precio alcanzado no se debió solo a su pureza, sino a su pedigrí.
El importe sorprendió a la casa de subastas, Christie’s, que puso en oferta el diamante en una suma notablemente más baja. “Es el precio más alto nunca antes pagado por un diamante en el ámbito mundial”, comentó un vocero de la casa de subastas.
Según los expertos de la empresa, esta subasta confirmó que este sector no conoce de crisis, tanto que la joya fue vendida por el 80% más respecto a las estimaciones iniciales de cerca de 13.2 millones de dólares.
La historia del Blaue Wittelsbacher se remonta a 1664, cuando el rey Felipe IV de España (1605-1665) lo eligió personalmente como parte del dote de su familia, la infanta Margarita Teresa de España (1651-1673), en vista de la boda de ésta con Leopoldo I de Hasburgo (1640-1705), emperador del Imperio Sacro Romano.
Luego, el diamante entró a formar parte primero de las joyas de la corona austríaca y luego de la corona bávara.
En 1722 pasó a la familia Wittelsbach en ocasión del matrimonio entre la archiduquesa María Amalia de Austria (1701-1756) y el príncipe heredero de Baviera, Carlo Alberto (1697-1745).
Hasta 1918, la piedra fue llevada por realezas en el Orden del Vello de Oro y en la estirpe bávara. Entró en una colección privada en 1964.
La empresa de subastas reveló que la gema fue comprada por el joyero londinense Laurence Graff.
